Conflicto laboral

Vuelve la guerra del taxi a Barcelona: marcha lenta contra Uber a las puertas del Mobile World Congress

La marcha lenta tendrá lugar el próximo 10 de febrero y cruzará toda la ciudad hasta el Parlament

Imagen de una huelga de taxis en Barcelona
Imagen de una huelga de taxis en BarcelonaALBERT GEAREUTERS

El idilio que mantenía la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con el sector del taxi va camino de romperse. Vienen advirtiendo desde hace meses por las diferentes agresiones que varios taxistas han recibido y parecen interesados en recuperar el Mobile World Congress, que se celebrará en cuatro semanas, como marco ideal para sus protestas. Para ello, primero han convocado una marcha lenta el próximo 10 de febrero, la segunda en poco mas de un mes, contra Uber.

Parecía, precisamente, que las trabas que el Ayuntamiento de Barcelona había puesto a Uber, y que provocaron, su espantada de la ciudad, servía para enterrar el hacha de guerra. Nada más lejos de la realidad. Las agresiones primero, los taxistas incluso amenazaron con dejar de trabajar en Ciutat Vella, y los últimos movimientos de Uber para volver a la capital catalana han abierto la caja de pandora. Lo primero se soluciona con cámaras en los coches, una medida que ya se está estudiando. Lo segundo, sin embargo, tiene difícil arreglo.

Elite Taxi, el sindicato convocante de la marcha lenta “antimordaza” contra Uber. Es decir, contra la nueva estrategia, a su juicio, de la multinacional para “monopolizar al sector y eliminar la competencia”. Según el sindicato, Uber está contraatacando con un alud de denuncias a la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) para eliminar a la competencia sindical, lo que “ha forzado” la apertura de un expediente sancionador a Elite Taxi y Taxi Project por una supuesta “conducta anticompetitiva” que consistiría en “actos de boicot, prácticas agresivas y actos de denigración” incitando a los taxistas a que no se adhieran a la plataforma denunciante. La marcha lenta, en cualquier caso, empezará a las 9.30 h en las Torres Venecianas, en la avenida de la Reina Maria Cristina, y acabará en el Parlament de Cataluña.

El sindicato asegura que con las denuncias quiere silenciar a los taxistas en un “intento desesperado de hacerse suyo el sector y desvirtuarlo”. Lamentan que las multas por el expediente sancionador pueden alcanzar los dos millones de euros y podrían suponer la ruina para los responsables legales de ambas asociaciones demandadas. En este sentido, subrayan que Tito Álvarez, el coordinador de Elite Taxi, es “el objetivo número uno de Uber”.

Según el sindicato, Uber es un peligro real para la competencia, y defienden que “expresarlo es un mecanismo dentro de la libertad de expresión”. Por eso, han decidido convocar otra marcha lenta para responder a los “ataques de la multinacional”.

La movilización quiere colapsar el centro de la ciudad, por lo que el sindicato hace un llamamiento a todo el sector, asociaciones, empresas, autónomos y asalariados porque se unen a la marcha, que quieren que sea “histórica”. La protesta finalizará en el Parlament, donde pedirán ser recibidos por todos los grupos parlamentarios y harán una declaración pública.