Agresión sexual

El violador de la anciana de 95 años: “La confundí con una amiga y la masturbé”

Alpha Omar Jallow, de 31 años, ingresa en la cárcel sin fianza

Comisaría de los Mossos en Figueres
Comisaría de los Mossos en FigueresGoogle

No podía ser de otra forma, parte por la gravedad de los mismos hechos, y por otra, la sensación de alarma en el vecindario por la peculiaridad del delito. El juez ha dictado finalmente prisión incondicional y sin fianza para el principal y único acusado de la violación de una anciana de 95 años en su domicilio de Figueres.

El nuevo preso es Alpha Omar Jallow, gambiano de 31 años. La recuperación por parte de la anciana de todas las heridas sufridas, muchas de ellas en la zona genital, y su regreso a casa, no han podido ocultar, a ojos del juez, la gravedad de los hechos.

Se sabe que el detenido no tiene ningún tipo de formación, pero no si tiene antecedentes policiales, por este tipo de delitos u otros semblantes. El principal hándicap con el que se ha encontrado es que algunos de los vecinos lo reconocieron, y le situaron en las inmediaciones de la vivienda la misma noche del crimen, el pasado 21 de enero.

El sospechoso fue citado el jueves como testigo en la comisaría de Figueres. Admitió que el 21 de enero estaba en el sitio y se le comunicó que quedaba arrestado. Lo más chocante llegó cuando, en el mismo juzgado, aseguró que había entrado por error en casa de la anciana y que “se había masturbado” creyendo que era una amiga suya del mismo bloque. El juez consideró ambos errores “poco plausibles”, a la vista de las graves lesiones causadas a la víctima. Debido a las condiciones vitales del acusado ahora mismo, sin ocupación ni domicilio fijo, el magistrado optó finalmente por decretar prisión incondicional, a la espera del juicio.

Este delito, teniendo en cuenta la avanzada edad de la víctima, implica penas de entre 12 y 15 años de prisión, por lo que el juez señala que incluso la pena mínima superaría el tiempo de prisión provisional, que tiene un máximo de dos años.

La agresión sexual fue brutal. Poco antes de la medianoche, la víctima pudo apretar el botón de teleasistencia que llevaba encima y una patrulla de la Guardia Urbana se presentó en el piso.

Los agentes la encontraron sentada en el suelo de la habitación pidiendo ayuda y fue atendida por los sanitarios que, ante lo que parecía una violación, la trasladaron al Hospital de Figueres. Allí fue operada de las lesiones, tras lo que pasó recuperándode en el hospital más de una semana.

La anciana, cuya única familia son unos sobrinos que viven en Badalona, vive sola y tiene una cuidadora que la atiende unas horas al día.