Cataluña

Borràs señala a los funcionarios del Parlament por el escaño del diputado de la CUP Pau Juvillà

Asegura que no dio “ninguna orden” para retirar el acta del parlamentario cupero

La presidenta del Parlament, Laura Borràs.
La presidenta del Parlament, Laura Borràs.Marta PerezAgencia EFE

Forzada por los grupos parlamentarios de la oposición, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha dado finalmente hoy explicaciones públicas sobre la gestión de la retirada del escaño del diputado de la CUP, Pau Juvillà, por la espalda. Y, en lugar de asumir errores o hacer autocrítica, se ha sacudido toda responsabilidad y ha señalado directamente a los funcionarios del Parlament de obediencia al Estado, una circunstancia que ha alimentado aún más las críticas de la oposición y las peticiones de dimisión.

Según Borràs, ella no dio “ninguna orden” para retirarle el escaño a Juvillà, y ha responsabilizado a los funcionarios de haber actuado de manera “improcedente” en el caso, tanto en la retirada de su escaño como al no haber admitido la delegación de voto del diputado en el pleno del pasado 3 de febrero. Borràs también ha tildado de “anomalía” que desde la cuenta de Twitter del Parlament se publicase la baja de Juvillà sin que se hubiese decidido todavía, a su juicio.

Borràs se encuentra acorralada ahora. Tanto por la oposición, como por el independentismo. Dentro del bloque separatista, hay diferentes gamas: está el sector que encabeza Esquerra, que se limita a pedir explicaciones, y está el sector que lidera la ANC, que carga duramente contra Borràs por escudarse en los funcionarios para evitar desobedecer al Estado.

En este sentido, Borràs se ha quedado sola. Ni sus propios socios, que la auparon a la presidencia del Parlament, la han dado apoyo. Meritxell Serret (ERC) ha sido dura: “Tenemos que reconocer que durante los últimos días del caso Juvillà hubo momentos en los que se rompió la confianza por la falta de transparencia en la información que iba surgiendo”. Con esta acusación de “falta de transparencia”, los republicanos han querido también contraatacar a Borràs después de que desafiara el pasado sábado al conseller de Interior (ERC), Joan Ignasi Elena, y participara del corte de la Meridiana cuando estaba prohibido.

La portavoz de la CUP, Eulàlia Reguant, ha acusado a Borràs de que no existe “una coherencia entre el relato y los hechos” y ha preguntado “quién y cómo” decidió retirar el acta por orden de la JEC y no convocar a Juvillà al pleno que defendía su escaño. Reguant ha dejado entrever que Borràs miente y ha avisado de que “algo no cuadra” si Juvillà no fue convocado al pleno y si la secretaria general del Parlament, Esther Andreu, asegura que dio la orden de retirada del acta después de que éste terminara, y ha defendido impulsar una ley electoral catalana para garantizar los derechos de los electores.

PSC, En Comú Podem, Ciudadanos y el PP han forzado a Borràs a comparecer y todos ellos, salvo los socialistas catalanes, han pedido la dimisión de la presidenta del Parlament. Raúl Moreno (PSC) cree que Borràs debe pedir disculpas a los funcionarios del Parlament, a los diputados y al conjunto de la ciudadanía, y ha sostenido que las explicaciones que ha dado no son suficientes.

David Cid (En Comú Podemo) sí ha pedido la dimisión de Borràs: “En su actuación ha puesto el foco sobre los trabajadores, es extremadamente grave. Creo que se le ha escapado el Parlament de las manos, y en lugar de hacer de presidenta hace de candidata de Junts”. “Este Parlament no puede estar sometido constantemente al desprestigio y a la mentira institucionalizada”, ha considerado Nacho Martín Blanco (Ciudadanos). “Es vergonzoso que señale a los trabajadores de la casa; usted es la responsable, para bien y para mal, y debe asumir en primera persona lo que ha ocurrido”, ha valorado Lorena Roldán (PP).