Boicot
La popular discoteca Luz de Gas no venderá vodka ruso por boicot a la guerra
Aseguran que ofrecen una alternativa con marcas suecas, francesas y polacas
La popular y céntrica discoteca barcelonesa Luz de Gas ha comunicado hoy que no servirá vodka ruso “en solidaridad con el pueblo ucraniano”.
De esta manera, la sala barcelonesa quiere solidarizarse con las víctimas de la guerra que ha iniciado el régimen de Vladimir Putin y se suma a la condena internacional. En las barras de la discoteca los usuarios encontrarán un cartel donde podrán leer “Por solidaridad con el pueblo ucraniano, en este establecimiento no venderemos vodka ruso”. Quienes quieran consumir este producto tendrán una amplia oferta de marcas suecas, francesas y polacas.
De esta forma la sala barcelonesa hace su “humilde contribución a las sanciones a Rusia que se están desplegando en toda Europa por la agresión a la soberanía de Ucrania”.
Antte la difícil situación que se vive en Europa, algunas empresas se están sumando a varias sanciones y boicots en contra de Rusia. La más reciente es la estrategia tomada por bares y licorerías de reemplazar el vodka ruso por el ucraniano.
La tendencia se ha ido sumando a países como Estados Unidos y Canadá.
De esta forma, autoridades de distintos estados de EE. UU se suman a la campaña contra los productos rusos.
Hasta ahora, Ohio, Utah y New Hampshire han pedido a las licorerías que retiren de los estantes los productos fabricados en Rusia, impactando de manera directa al famoso licor de ese país.
“Estados Unidos obviamente está imponiendo sanciones. Pensé que también impondría sanciones”, dijo Bob Quay, propietario de Bob’s Bar en Michigan. En su caso, se deshizo de la marca Stolichnaya y comenzó a promocionar Vektor de Ucrania.
Más de 480 licorerías han detenido la venta de franquicias de vodka ruso como Russian Standard y Green Mark “inmediatamente”.
La estación de esquí Magic Mountain en Londonderry publicó un video en Twitter que muestra a un empleado vertiendo Stolichnaya por el desagüe y diciendo: «Lo siento, no servimos productos rusos aquí».
Si bien son varias las personas que se han sumado a estas campañas, el objetivo del movimiento es en gran parte simbólica. Ya que muy pocas marcas importadas a los Estados Unidos todavía producen el licor en Rusia.
Incluso, la famosa marca Stoli, en realidad se fabrica en Letonia, pese a ser propiedad del magnate ruso Yuri Shefler. Ante la controversia, la marca decidió publicar en su sitio web que “representa la paz en Europa y es solidario con el pueblo ucraniano”.
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