7º arte
Barcelona y el cine: 5 películas que inmortalizaron a la capital catalana
La Ciudad Condal fue protagonista de la primer film de ficción de la historia de España en 1897
Con el reciente estreno de “Uncharted” en los cines, Barcelona vuelve a la primera división del celuloide como un personaje más de la película. La relación de la capital catalana con el séptimo arte, sin embargo, está plagada de claroscuros, con una presencia mucho más diluida de lo que cabría esperar y que palidece al lado de ciudades como Roma, París o Londres, con las que le gusta compararse. Y eso que la relación de Barcelona con el cine se remonta al siglo XIX, cuando, siguiendo la estela de hermanos Lumière, Fructuós Gelabert retrató para la posteridad la vida popular de Sants en películas como Salida del público de la iglesia parroquial de Santa María de Sants y Salida de los trabajadores de la España industrial, además de realizar en el año 1897 la histórica Pelea en un café, la primera película de ficción de la historia del español.
Con la evolución de la industria, la ciudad ha sido cuna esporádica de prestigiosos cineastas y se ha identificado con grupos como el que formó la Escuelade Barcelona en los años sesenta, época en la que Hollywood se fijó en la ciudad como escenario y se rodaron escenas de grandes producciones. Si en el año 1964 John Wayne entraba en barco por el Port Vell en El fabuloso mundo del circo, acompañado por Claudia Cardinale, en 1965 Orson Welles, en Campanadas a medianoche, transformaba el Castillo de Montjuïc en el palacio del rey inglés Enric V. Welles volvió en 1976 para rodar como actor, junto a Faye Dunaway y Max von Sydow, escenas de El viaje de los malditos en un puerto transformado en el de Hamburgo. Pero entre los rodajes internacionales de la época destaca el de The passenger (1975), en el que Michelangelo Antonioni, fascinado por la arquitectura de Gaudí, hizo que Jack Nicholson y Maria Schneider quedaran para siempre inmortalizados en escenarios de la ciudad.
Vicky Cristina Barcelona (2008)
Sufragada en buena parte desde las instituciones, Barcelona por aquel entonces no dudaba en utilizar cualquier recurso disponible para engrasar la maquinaria turística. Incluso contratar a Woody Allen. El resultado es una colección de postales con escasa vida, aunque quizás es lo que se buscaba. El propio cineasta lo remedió con un Avilés que le robó todo el protagonismo a Barcelona en la película. En cualquier caso, los espectadores pudieron disfrutar de escenarios como la Pedrera, la Fundación Joan Miró, la Sagrada Familia o el Park Güell,
El perfume (2006)
Adaptación del famoso best-seller de Patrick Süskind, cuenta la historia de una suerte de alquimista con un olfato prodigioso que vivía obsesionado con captar la esencia de mujeres. La película se rodó en las calles del casco antiguo de Barcelona, pero, en esa ocasión, sin embargo, la ciudad interpretó un rol muy diferente y se hizo pasar por la Francia de siglo XVIII. El parque del Laberinto también aparecía como los jardines de una familia acaudalada. Contó con la presencia de actores de la talla de Allan Rickman o Dustin Hoffman.
El reportero (1975)
En The passenger, de Michelangelo Antonioni, Jack Nicholson interpreta a un reportero de televisión británico que recorre la Barcelona de Gaudí, con escenas memorables en la Pedrera y en el Palau Güell. Bajo la cúpula de este último edificio, habla con Maria Schneider sobre Gaudí y los Güell.
Todo sobre mi madre (1999)
Pedro Almodóvar rodó en Barcelona 95 de las 122 secuencias de Todo sobre mi madre. Entre las calles de piedra y los panteones elegantes del cementerio de Montjuïc, abierto al mar, situó una de las escenas más emotivas de la película. La película versa sobre Manuela, madre soltera de un adolescente llamado Esteban, que muere atropellado el día que cumple 17 años, de camino a casa después de ir al teatro. Ella iniciará entonces la búsqueda del padre de Esteban en Barcelona, quien ahora es un travestí, para contarle lo ocurrido.
[●REC] (2007)
[●REC] de Paco Plaza y Jaume Balagueró, sitúa a Barcelona en una incipiente explosión zombie. Rodada en tiempo real, supone una experiencia más que inmersiva para el espectador. Contada a modo de falso programa de televisión,la película comienza con una reportera atribulada que va a dedicar su noche a seguir los pasos de un grupo de bomberos para el programa de televisión “Mientras Usted Duerme”.
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