Municipal

Colau limitará la apertura de restaurantes en el Eixample de Barcelona

El Plan de Usos quiere evitar que el modelo de Enric Granados se extienda por todo el distrito

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, responde a los medios en una rueda de prensa.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, responde a los medios en una rueda de prensa.David ZorrakinoEuropa Press

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene serios problemas con determinados tipos de actividad económica. Los hoteles, el transporte de mercancías o incluso los grupos de turistas dan buena cuenta de ello. Pues bien, ahora le toca el turno a los bares y restaurantes del Eixample. El distrito tendrá un plan de usos para limitar la apertura de nuevos restaurantes, bares, tiendas de alimentación y otras actividades vinculadas al turismo para “evitar la gentrificación y preservar el comercio de proximidad”.

El plan se ha aprobado inicialmente y llega tras la suspensión de licencias que se hizo hace un año en las calles que se transformarán con la supermanzana del Eixample y un tramo de Enric Granados. El Ayuntamiento quiere evitar que la implantación de los ejes verdes afecte al tejido comercial. Es decir, que el modelo, precisamente, de Enric Granados, que tantos dolores de cabeza a supuesto para los vecinos, se reproduzca por todo el distrito.

Para la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, los planes de usos son una de las medidas que tiene el Ayuntamiento para detener la gentrificación, y recuerda que en el Eixample también se han comprado cinco fincas para evitar expulsión de los vecinos. “El objetivo es que podamos continuar promocionando espacios que puedan ocupar comercios de toda la vida o que no puedan ni plantearse pagar según qué alquileres”, ha explicado Sanz.

Sólo la restauración supone el 20% del total de establecimientos del Eixample, son 3.279 locales de los 14.416 que hay en el distrito, y representan el 30% de los locales dedicados a la restauración en toda la ciudad. Pero el plan de usos también regula otro tipo de actividades. Fija una amplitud máxima de calles, superficies mínimas y máximas y distancias entre locales. Así, las actividades musicales o audiovisuales solo se podrán implantar en calles de más de 25 metros de amplitud. Y no podrá haber menos de 25 metros entre restaurantes, comercios alimentarios con degustación o tiendas de convivencia.

Los gimnasios tendrán que dejar un mínimo de 200 metros de distancia entre ellos, igual que las empresas de prestación de servicios turísticos. O 400 metros en el caso de supermercados, juegos y atracciones o negocios audiovisuales.

Los establecimientos vinculados a la actividad turística: exposición y venta de alquiler de bicicletas, motos y complementos de vehículos de movilidad personal; mantenimiento y reparación de vehículos a motor y material de transporte; establecimientos que ofrecen viajes y servicios turísticos; oficinas y puntos de información turística también se verán afectados.

El Plan de usos, así pues, permitirá un máximo de 5 locales de estas actividades en un radio de 50 metros y en un tramo de 100 metros, un máximo de 18 locales de este tipo. Además, se establecen topes de superficie y distancia entre estos establecimientos.

Las calles donde el Ayuntamiento ha detectado que ya se superan estos umbrales, son algunos tramos de la calle de Provença, la de Aribau y la de Enric Granados. El concejal del Eixample, Pau González, ha explicado que estas actividades se han empezado a desplazar en calles cercanas a estos puntos de concentración, por lo que se ha actuado en todo el distrito. Con este paso se quiere seguir el camino realizado en la calle de Girona, donde se actuó un año antes de la pacificación de la calle, y evitar el caso del monocultivo de la calle de Enric Granados.

El PSC se abstiene

El PSC, socio de gobierno de Barcelona en Comú, no comparte el Plan de usos. Consideran que la medida es necesaria pero tienen dudas que deba realizarse en todo el distrito y en todas las actividades que se quieren limitar, como es el caso de talleres de reparación y alquiler de bicicletas. Tampoco les parece bien que no se haya tenido en cuenta el área de comercio, que está en manos socialistas, para su elaboración. Por eso, en la aprobación inicial a la Comisión de Gobierno de este jueves se abstuvieron.

Por su parte, Janet Sanz, preguntada por la polémica con los socios de gobierno ha apuntado que el plan se ha trabajado con los distritos, así como con los ejes comerciales. “Compartimos con la concejalía de comercio que ninguna calle ha de estar desequilibrada”, ha apuntado Janet Sanz. “Se acercan las elecciones y algunos se ponen más nerviosos de la cuenta”, ha ironizado la teniente de alcalde los comunes, a la vez que ha recordado que los socialistas ya aprobaron el plan de usos de la calle Girona, sobre el que se basa el actual.

Ahora se abre un período de exposición pública de dos meses y se llevará a cabo un proceso participativo con vecinos, ejes comerciales y otras entidades de los distrito, además de los partidos políticos, antes de hacer su aprobación definitiva.