Cataluña

Relevo en Sociedad Civil Catalana: Fernando Sánchez Costa deja paso a Elda Mata

El cambio en la presidencia de la entidad constitucionalista quedará ratificado en la Asamblea del próximo 3 de abril

Fernando Sánchez Costa (c), presidente de Societat Civil Catalana, atiende a los medios.
Fernando Sánchez Costa (c), presidente de Societat Civil Catalana, atiende a los medios.Javier LopezAgencia EFE

Fernando Sánchez Costa dejará el próximo 3 de abril la presidencia de Sociedad Civil Catalana, entidad de referencia del constitucionalismo, y dejará paso a Elda Mata, actual vicepresidenta, si así lo ratifican los socios. Tras tres años al frente de la organización (el presidente más longevo de la entidad), Sánchez Costa ha conseguido reordenar y replantear un espacio que surgió en 2014 para hacer frente al “procés”.

Y, a tenor del balance, lo ha conseguido. “Con el trabajo de todos, hemos logrado estabilizar económicamente nuestra asociación, serenarla socialmente, multiplicar el número de socios y abrir una nueva sede en un lugar emblemático”, ha reivindicado este miércoles en una carta dirigida a los socios. Y es que Sánchez Costa llegó a la entidad tras la crisis que había sufrido la entidad en 2018, tanto a nivel político como económico.

En este sentido, a nivel político, cuando llegó Sánchez Costa a la dirección, SCC estaba rota en facciones, muy dividida, por luchas de poder y del control de la entidad. Las relaciones de SCC con Ciudadanos estaban muy deterioradas y el partido naranja, con Albert Rivera al frente, había impulsado una nueva plataforma (España Ciudadana). El propio Sánchez Costa consiguió reconducir las relaciones con Ciudadanos y ahora deja la presidencia con sintonía con los tres principales partidos constitucionalistas: PP, PSC y Cs.

A nivel económico, con Sánchez Costa al frente, se han podido sanear las cuentas ya que el propio “procés” había generado muchos gastos y, como siempre recuerdan en la entidad, SCC no cuenta con la inyección de dinero público que sí tiene el independentismo, señalando a la ANC y Òmnium. Se había disparado la deuda en 2018 porque los ingresos se habían reducido debido a que el “procés” se iba quedando atrás entre las prioridades de muchos y tampoco ayudó nada que trascendieran informaciones sobre posibles irregularidades económicas en la entidad durante el mandato de José Rosiñol. Ahora, en 2022 ya se ha pagado toda la deuda y la entidad presume de equilibrio en las cuentas tras muchos reajusts.

También se ha reorientado la estrategia: se ha pasado a la ofensiva tras años a la defensiva ante los envites del independentismo y se ha tratado de impulsar acciones para tratar de ir ganando terreno en las urnas al separatismo. De ahí que se hayan llevado acciones en la Cataluña interior, territorio inexpugnable al independentismo, pero determinante para ganar unas elecciones (las provincias de Lleida y Girona están sobrerrepresentadas electoralmente). “Tenemos bien analizado el contexto sociopolítico y llevaremos a la asamblea de socios un plan estratégico efectivo”, apunta en la carta.

En este sentido, la llegada de Elda Mata, empresaria gerundense, permite enviar un mensaje en dos direcciones: por un lado, llega una persona del mundo civil, bastante ajena a la política; y, por otro lado, viene alguien de la Cataluña interior, con bastante conocimiento y sensibilidad en unas zonas donde el constitucionalismo aspira a penetrar para llegar a la Generalitat.

Sánchez Costa, durante su mandato, ha puesto mucho énfasis en dar la batalla cultural al nacionalismo y recuperar la presencia de España en Cataluña y eso se ha empezado a traducir en cuestiones concretas: como la conmemoración de esta semana de la Primera Vuelta al Mundo capitaneada por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano; o, la vuelta de la Selección española de fútbol a Barcelona.

SCC también ha plantado cara al independentismo por la vía jurídica, como en el Tribunal de Cuentas, o ha lanzado campañas que han tenido eco, como la de la “Decadencia de Cataluña”, que poco a poco han ido asumiendo más y más agentes políticos y económicos.