En Barcelona

El búnker “secreto” de la Generalitat

Oculto durante prácticamente 80 años, en 2020 se culminó y documentó el descubrimiento de un refugio exterior de 1937 conectado con el edificio

El Palau de la Generalitat en una imagen de archivo bajo el mandato de Quim Torra
El Palau de la Generalitat en una imagen de archivo bajo el mandato de Quim TorralarazonDAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS1

La historia del refugio antiaéreo del Palau de la Generalitat tiene dos relatos: el de 1937, cuando el expresident Lluís Companys mandó construirlo ante la Guerra Civil y los bombardeos del régimen franquista; y el segundo, en 2016, cuando unos mapas añejos cayeron en manos de Josep Maria Contel, presidente del Taller d’Història de Gràcia y director del refugio de la plaza del Diamant del barrio barcelonés. Un documento firmado por Manuel Peris Vallbona, del sindicato de arquitectos y que daba forma al búnker oculto de la Generalitat.

Una elipsis temporal de 79 años que sirvió para descubrir, cuatro años después (2020), uno de los secretos mejor guardados del Palau: un refugio en una plaza adyacente y conectado con el sótano del edificio institucional. Es decir, un doble búnker unido mediante una galería.

Así y tras la investigación previa del cuerpo policial con los mapas facilitados por Josep Maria Contel, en noviembre de 2016 se iniciaron las excavaciones en un proyecto conjunto entre la Subdirección General de Obras y Servicios de la Generalitat -dependiente directamente de Presidencia entonces- y la Unidad de Subsuelo de los Mossos d’Esquadra.

Y es que, según informó el cuerpo policial, los planos del refugio databan de diciembre de 1937 y probablemente se construyó al año siguiente, en 1938. La estructura se proyectó en dos partes: por un lado, la ya conocida en los sótanos del Palau; y por otro, la pública y exterior, destinada previsiblemente al uso de trabajadores y vecindario de la zona, con una capacidad aproximada para 100 personas.

En una primera fase y tras comprobar que no había ningún acceso desde el exterior, el equipo empezó con la excavación desde el interior del Palau y se localizó una puerta que debía servir de acceso a la galería entre ambos espacios tras unas importantes grietas en la pared. Entonces apareció la mencionada galería, llena de ruinas a pocos metros del punto de partida. Con un recorrido de 26 metros, en el tramo final había una inscripción del año de su construcción, 1645, justo posterior a la Guerra dels Segadors, dos siglos más antigua que el refugio en cuestión.

Luego y ante la dificultad de la excavación tras descubrir que el túnel era del sigo XVII, una comisión técnica a instancias de la Unidad de Subsuelo de los Mossos realizó una reconstrucción en 3D para realizar un estudio y valorar la mejor forma de avanzar en la localización del refugio. El 29 de octubre de 2018 fue la primera vez que el cuerpo policial consiguió acceder a la parte pública del refugio del Palau de la Generalitat desde 1939, cuando previsiblemente se tapió y quedó olvidado.

El refugio se construyó como una estructura maciza de hormigón armado con la técnica del encofrado y cuenta con 13,5 metros de largo, 8,8 de ancho y algo más de 2 metros de altura, unas dimensiones que no se corresponden con las que marcan los planos del proyecto de 1937, que indican que debía ser más grande y que las obras tuvieron que finalizar antes de lo previsto.

Dos años después, en 2020, los servicios de Patrimoni i Arqueologia de la Generalitat y los Mossos ya habían explorado y documentado el “refugio ciudadano”, una información que salió a la luz de la mano de eldiario.es y TV3. La ubicación real no se ha revelado, pero sí que había trazos infantiles en las paredes y que se encontraron varios objetos como latas, tornillos, restos de alguna pieza de ropa e incluso un zapato.