Altos cargos

La dirección de TV3, un jugoso botín que enfrenta a PSC, ERC y Junts

La ley obliga a iniciar un concurso público para escoger al máximo responsable de la televisión y de la radio. En paralelo, socialistas y posconvergentes pactan en los medios de la Diputación

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, hablan durante una sesión plenaria en el Parlament junto a Jordi Puigneró (Junts)
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, hablan durante una sesión plenaria en el Parlament junto a Jordi Puigneró (Junts)David ZorrakinoEuropa Press

La dirección de TV3 y Catalunya Ràdio se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla de la política catalana. La influencia en la sombra que ejercen, el presupuesto que manejan -de más de 200 millones de euros-, los sueldos “cienmileuristas” de la cúpula -en la televisión y la radio cobran hasta 116.000 euros brutos anuales- y su bolsa de trabajadores, colaboradores y asesores las convierten en un jugoso botín difícil de rechazar. Una disputa que enfrenta a PSC, Esquerra y Junts, los tres partidos que pactaron la renovación de cargos y que ahora controlan la cúpula directiva de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales con miembros afines dirigiendo el ente.

Y aquí entra en juego la nueva normativa para relevar a los directores de cada medio: ahora obliga a la Corporación a poner en marcha un concurso público en el que se presenten varios candidatos con perfiles profesionales adecuados para el cargo. Según la nueva ley, aprobada hace tres años, se tendrán en cuenta méritos como la experiencia previa en el sector audiovisual, en el ámbito público y en puestos de responsabilidades directivas. Además, los candidatos deberán proponer y presentar un plan de objetivos teniendo en cuenta el contrato programa y su presupuesto.

El problema es qué hacer mientras tanto. La semana pasada y justo antes de la primera reunión del consejo de gobierno de la Corporación, se filtró a varios medios un supuesto acuerdo entre PSC y Junts para relevar de inmediato a los actuales directores -Vincent Sanchis y Saül Gordillo- y optar por dos cargos interinos -Sígfrid Gras y Jordi Borda, los número dos de TV3 y Catalunya Ràdio y más cercanos a Junts- antes de iniciar el concurso público. Un extremo que Esquerra frenó de momento y mediante la presidenta de la Corporación para no quedar en minoría ante un nuevo episodio de la hipotética “sociovergencia”. También desconvocó la sesión de control del Parlament a la que debe someterse hasta que no se clarifique la situación.

El pacto no consumado tenía un caso paralelo, un precedente: Enric Hernández, exdirector de “El Periódico de Catalunya” y exresponsable de Información y Actualidad de RTVE debía ser el nuevo consejero delegado de la Xarxa Audiovisual Local (XAL) dependiente de la Diputación de Barcelona, un órgano en el que gobierna PSC y Junts. Profesional muy criticado en varios sectores de la posconvergencia, finalmente el PSC retiró su candidatura y este jueves se votará la de Marc Melillas, periodista vinculado a la XAL desde hace más de 20 años.

Entre medias se ha cruzado la polémica abierta por la consejera de Justicia, Lourdes Ciuró, quienen una entrevista en “Nació Digital” se abría a explorar pactos con el PSC incluso en el ámbito de la Generalitat. Junts la desautorizó de inmediato con el siguiente mensaje: “Tras las declaraciones de la consejera Lourdes Ciuró en una entrevista periodística, la ejecutiva de Junts ha reafirmado que la estrategia del partido pasa por aplicar el mandato de las elecciones del 14 de febrero, que dio la victoria al independentismo con mayoría del 52% de los votos. JxCat no se plantea en ningún caso acuerdos de gobierno en la Generalitat con partidos que no forman parte de esta mayoría independentista”.

Y desde ERC subrayan la última frase, en la que los posconvergentes niegan tajantemente cualquier hipotético pacto con los socialistas en el Govern para recordar el acuerdo Junts-PSC en la Diputación -que tanto escoció a los republicanos- y mirar con recelo hacia TV3 y Catalunya Ràdio, en su dirección y también en los cargos intermedios que acaban ejecutando las decisiones del día a día.

De hecho y para entender el embrollo hay que rebobinar unos cuantos años: hasta el momento y menos en la época del tripartito, la dirección de TV3 siempre ha estado en manos de la órbita posconvergente, incluido Vicent Sanchis. Ahora y según las condiciones anteriores, le tocaría a ERC proponer a la dirección de TV3 y a Junts la radio pública, un pacto tácito que se topa con las nuevas aritméticas y especialmente con el concurso público que fija la ley.

El botín: quién domina el relato en la época del posprocés.