El director de TV3 deja el cargo cinco años después de ser reprobado

Cinco años después de ser escogido y reprobado de inmediato por el Parlament, el director de TV3 Vicent Sanchis deja su cargo este martes, último día al frente. Procesado por el 1-O y pendiente de juicio, su mandato se ha caracterizado por estar siempre bajo la sombra del “procés”: designado a dedo por Junts pel Sí -la entonces coalición entre ERC y la antigua Convergència- su nombramiento levantó una enorme polvareda desde el minuto cero hasta el punto de ser desautorizado por la cámara al llegar al cargo.

Ahora, cinco años después y con la sombra permanente de su vinculación con el independentismo, será su número dos -Sigfrid Gras, el jefe de programas y contenidos de TV3- quien le sustituirá de forma interina. Lo mismo ocurrirá en Catalunya Ràdio con Saül Gordillo, relevado por Jordi Borda provisionalmente. Mientras, la cúpula de los medios públicos convocará un concurso de méritos para escoger a la nueva dirección y este miércoles presentará sus bases.

Al final, PSC y Junts han hecho valer su poder -suman mayoría en el consejo de gobierno del ente- y han impuesto que sean Gras y Borda los sustitutos provisionales, una solución que enervó a Esquerra en un principio. Finalmente, la fórmula acordada es proceder a un relevo integral de la cúpula, un extremo que ha convencido a los republicanos. El viernes está prevista una comparecencia de la nueva presidenta del organismo, Rosa Romà, para rendir cuentas ante el Parlament.

La vinculación de Sanchis con varios miembros de la cúpula del antiguo partido de Jordi Pujol y su designación a dedo tras las informaciones emitidas sobre el caso Palau o el 3% bajo el mando del anterior director, Jaume Peral, fueron los detonantes que unieron a toda la oposición y a la CUP para rechazar su elección, exigir que se valoren otros candidatos y pedir el cese de la entonces presidenta de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuales (CCMA), Núria Llorach.

Nombrado en la antesala del estadillo del “procés” -en primavera de 2017, apenas seis meses antes- una de sus decisiones más controvertidas fue precisamente emitir el anuncio del referéndum ilegal del 1-O, imputado por desobediencia, procesado y a un paso de juicio por la Audiencia de Barcelona. “Respecto de esta publicidad, fue mi criterio, consideraba que en aquel momento había que ponerla porque el Gobierno y el Parlament así lo habían decidido y yo coincidía con esta pretensión”, ha asegurado este martes en una entrevista en TV3.