Generalitat
Aragonès impone más exigencias a Sánchez: “Desde los indultos no se ha avanzado”
Reclama al Gobierno que “mueva ficha”, admite que la vía negociada está paralizada y carga contra el Supremo por la decisión de tramitar los recursos
“Desde los indultos no se ha avanzado”, “no se ha avanzado lo suficiente”. Así ha resumido Pere Aragonès la relación de la Generalitat con la Moncloa cuando se cumple el primer año del republicano al frente de la Generalitat. De hecho, el president ha aprovechado la tradicional rueda de prensa institucional de balance de estos 12 meses en el Govern para redoblar la presión al Gobierno y pedir avances concretos a Pedro Sánchez. Que “se mueva y que demuestre que quiere resolver el conflicto político entre Cataluña y España”, ha advertido.
Aragonès se ha movido en las exigencias que lleva semanas reclamando al Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos sobre el espionaje -explicaciones, asunción de responsabilidades y garantías de que no vuelva a ocurrir- aunque ha redoblado el tono en otros dos aspectos: en la vía de la negociación y en las críticas hacia el Supremo por revisar los indultos del “procés”.
Sobre este último aspecto, una noticia que se ha conocido coincidiendo con la comparecencia en el Palau, el president no ha dudado en cargar contra el Alto tribunal en varias ocasiones por su “alta politización”, ha asegurado que la decisión de revisar los recursos se debe al “cambio de mayorías, el cambio de color”, a su parecer, y ha aprovechado para reclamar a Sánchez una “ley de amnistía”, exigencia que el independentismo repite una y otra vez junto al referéndum.
“El Tribunal Supremo es un órgano judicial altamente politizado. Todos podemos coincidir en que, si cambia el criterio, es porque han cambiado las mayorías. Y es muy fácil atribuir las simpatías de los jueces a un partido u otro”, ha abundado.
De la vía negociada, ha admitido que no ha logrado ningún “avance” en un año -al margen de los mencionados indultos- y ha pedido “gestos” a Sánchez para resolver la “desconfianza” añadida del espionaje a líderes independentistas, entre ellos él mismo. Eso sí, el president se ha esforzado en no darla por enterrada y ha repetido que ahora es Sánchez quien debe “mover ficha”, un mensaje que ERC lleva advirtiendo en los últimos días.
Es decir, el independentismo busca una concesión más para reunirse con Sánchez y encarar el tramo final de legislatura en el Congreso
Eso sí, Aragonès ha aprovechado el balance institucional del primer año del Govern para autoaprobarse y ha cifrado en un 33,88% el índice de cumplimiento de las medidas de su plan de gobierno pasado un año desde el inicio de la legislatura, lo que a su juicio supone un grado de despliegue “satisfactorio” pese a la pandemia, la guerra en Ucrania o la “represión”.
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