Historia
¿Por qué hay dos hospitales abandonados a apenas cinco minutos de Barcelona?
El primero fue un centro para leprosos y el segundo es una joya modernista en desuso destinada a tratar la tuberculosis
En lo alto del barrio de Horta, en plena montaña de Collserola y a dos pasos justos de los búnkers del Carmel se esconde un hospital abandonado hace casi medio siglo: se trata de la antigua leprosería de Barcelona, un centro en desuso y cuya masía está ocupada desde hace dos décadas. Ahora, Can Masdeu es un emplazamiento social, residencia y huerto comunitario, pero antiguamente fue un centro para leprosos vinculado al Hospital de Sant Pau, referencia en la ciudad y en el área metropolitana.
La masía de Can Masdeu empezó a funcionar como hospital y a acoger a enfermos de la lepra a principios del siglo XX, concretamente en 1901 después de que el centro sanitario de Sant Pau lograra su adjudicación. Dos años después entró en funcionamiento y hasta allí fueron trasladados algunos de los pacientes del principal centro barcelonés entonces ubicado en el Raval, en el corazón de Barcelona.
Así consta en el blog de Historia del Hospital de Sant Pau, con fotos antiguas del recinto donde se puede ver la masía que funcionaba como sanatorio y los terrenos adyacentes, una enorme zona verde de cultivo. Posteriormente se construyó el edificio adyacente, el centro sanitario en cuestión que aún a día de hoy conserva su estructura original: es el Hospital de Sant Llàtzer, en desuso desde que prácticamente se levantara en 1955. Pese a que tenía que funcionar como centro para la lepra, empezó su actividad con tratamientos para la tuberculosis y luego acabó cerrando sus puertas.
A día de hoy permanece en lo alto de la montaña, justo a cinco minutos de varios barrios residenciales de la capital como Horta o el Guinardó. De hecho, está a escasos kilómetros de la Vall d’Hebron.
Justo en el otro extremo de la montaña hay un segundo centro abandonado: se trata de del Sanatorio de Can Rectoret. Ubicado en Vallvidrera, fue diseñado por el arquitecto Joan Rubió i Bellver -discípulo y ayudante de Gaudí- y construido entre 1903 y 1905. Se trata de un edificio modernista del antiguo sanatorio antituberculoso, en el barrio del mismo nombre en Collserola.
El sanatorio de Can Rectoret es el único edificio que queda del complejo del sanatorio para antituberculosos, derribado durante la Guerra Civil. Hace poco y en una actividad ciudadana que se organiza una vez al año -el festival arquitectónico 48h Open House Barcelona- abrió sus puertas durante una semana para que los vecinos de la ciudad pudieran visitar este desconocido hospital modernista.
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