Cámara
Laura Borràs, suspendida como presidenta del Parlament
ERC, PSC y la CUP aplican el artículo 25.4 para despojarla de sus funciones después de que el TSJC haya abierto juicio oral por corrupción
Laura Borràs ya no es presidenta del Parlament. La Mesa ha suspendido a la dirigente de sus funciones después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) haya abierto juicio oral contra ella por corrupción, en concreto por prevaricación y falsedad documental. La posconvergente se enfrenta a seis años de cárcel y 21 de inhabilitación, y su carrera política queda sepultada en el abismo.
ERC, PSC y CUP han aplicado sin pestañear el reglamento de la cámara en la Mesa: el artículo 25.4 indica que se debe “acordar la suspensión de los derechos y deberes de los parlamentarios de forma inmediata” cuando se decrete apertura de juicio oral –justo ahora– y en caso los delitos asociados a la corrupción como los que se le imputan a Borràs. Un trámite que han certificado este jueves con los republicanos a la cabeza y ante la dirigente posconvergente, atrincherada hasta el final en el cargo.
De hecho, al inicio de la reunión de la Mesa, los diputados de ERC, PSC y CUP le han pedido formalmente que se apartara de la presidencia y que aplicara el artículo 25.2 -el que contempla una autosuspensión-, algo que Borràs ha rechazado. Luego, la posconvergente ha abandonado la sala al no poder participar en la votación.
Al quedar apartada de forma automática y no destituida, la cámara no podrá votar un relevo en la presidencia, por lo que sus funciones quedarán delegadas en la vicepresidenta primera de la mesa, Alba Vergés, de Esquerra.
En un intento de cargar de simbolismo la jornada, Junts ha convocado una protesta a las 11:30 horas a las puertas de la cámara que ha congregado apenas a 200 personas, entre ellas a Quim Torra. De hecho, Borràs ha buscado foco a lo largo de toda la mañana en el Parlament: ha bajado a saludar a los manifestantes a la calle, ha reunido a su grupo parlamentario y ha sido recibida entre aplausos, e incluso ha hecho declaraciones a la prensa en los pasillos.
La suspensión de Borràs, principal cargo de Junts y segunda autoridad de Cataluña hasta ahora, llega después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) haya abierto juicio oral contra la dirigente, que se sentará en el banquillo de los acusados por corrupción.La causa está abierta por presuntamente fraccionar 18 contratos y asignarlos a dedo para favorecer a un amigo cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), entre 2013 y 2018.
Una vez dictada esta resolución el siguiente trámite es dar traslado a las defensas para que presenten sus escritos. Recibida toda la documentación, el tribunal fijará la fecha del juicio, previsiblemente ya en septiembre ya que agosto no es un mes hábil.
En un auto, el tribunal ha dictado la apertura de juicio por presunta prevaricación y falsedad documental. En la causa, la Fiscalía ha reclamado para Laura Borràs una pena de seis años de cárcel y 21 de inhabilitación, además de una multa de 144.000 euros, por estos dos delitos asociados a la corrupción. También se sentarán en el banquillo su amigo Isaías H. -que supuestamente se favoreció de los contratos- y a Andreu P., que presuntamente lo ayudó a preparar los presupuestos y facturas que presentaba a la ILC, la entidad cultural pública dependiente de la Generalitat.
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