Inseguridad ciudadana

Los Mossos insisten: “El robo del reloj de lujo de Lewandowski es el pan de cada día en Barcelona”

Los delitos aumentan de nuevo al ritmo del regreso de turistas a la capital catalana

Sucesos.- Otros dos detenidos por asaltar a un turista en un taxi en Barcelona
Dos detenidos más del presunto robo con intimidación a un turista en BarcelonaMOSSOS D'ESQUADRAlarazonMOSSOS D'ESQUADRA

Hace pocos días los ladrones sustrajeron un reloj de lujo a la nueva estrella del Barça, Robert Lewandowski. Fuentes del principal sindicato de los Mossos d’Esquadra, Uspac, aseguran a este diario que “esto es el pan de cada día en Barcelona”. La eterna lacra en la capital catalana. Los robos con fuerza y violencia, casi siempre a turistas.

Fue el mismo cuerpo que avisó que este verano sería “muy caliente” en la ciudad, y no se referían a la ola de calor. Estos dos años de pandemia quedan inevitablemente marcados en registros históricos muy diversos más allá de lo sanitario. 2020 y 2021 han supuesto un bache estadístico en dos índices que en Barcelona se siguen con gran interés y que, además, están relacionados: delincuencia y turismo. Ambas cayeron a mínimos de récord durante la crisis sanitaria y ambos se han recuperado de forma pareja durante el primer semestre de 2022, ya en una situación de práctica normalidad. Pero, aunque las cifras de turismo y de delincuencia han crecido, ambas están aún por debajo de la situación previa a la pandemia.

No obstante, la Policía Autonómica señala que “afortunadamente la tontería de los pinchazos en los locales de ocio nocturno se han terminado, pero los robos con fuerza...subiendo y subiendo”. Es evidente que va vinculado al retorno del turismo, y un ejemplo reciente es el robo del reloj de Lewandowski en la Ciutat Esportiva del FC Barcelona.

También están subiendo de forma paralela los hurtos y las agresiones sexuales, señalan las mismas fuentes de los Mossos.

Como ocurre desde la explosión del turismo en la pasada década, Barcelona volvió a ser en el primer semestre de 2022 la ciudad con más delitos si se cuenta por habitante, con 4,8 delitos por cada 100 habitantes, mientras otras ciudades españolas se quedaron en cifras como el 3,9 de Valencia, 3,7 de Madrid o 3,5 de Sevilla. La tasa española en el primer semestre de este año fue de 2,4 delitos por cada 100 habitantes, mucho menor que en las ciudades principales.

Sin embargo la evolución reciente de las cifras en la capital catalana muestra que, según los datos del Ministerio del Interior, en Barcelona el número total de delitos se suaviza y crece más despacio que el número de turistas, por lo que la criminalidad aún está un 21% por debajo al mismo periodo de 2019. Esta situación contrasta tanto con la mayoría de las ciudades como con la media española, donde no solo se ha recuperado por completo la criminalidad sino que incluso ha crecido un 5%. El año anterior a la pandemia se anotó el máximo récord de delitos, con prácticamente 100.000 hechos denunciados en los primeros seis meses.

Si se desgrana por tipos delictivos se observa que la caída es especialmente acusada en los hechos que tienen que ver con los robos y las lesiones físicas. En la capital catalana los dos delitos más frecuentes son los hurtos, como puede ser el robo de una cartera sin que la víctima se dé cuenta, o el robo con violencia o intimidación, tipo que correspondería con un atraco en el que acaba sin haber que lamentar daños personales. Ambas actuaciones se reducen con fuerza si se compara con 2019, el hurto un 35% y el atraco un 14%. En el lado opuesto se sitúan los delitos de índole sexual y los relacionados con drogas, que han aumentado en este primer semestre respecto a los registros anteriores a la pandemia. Los delitos contra la libertad sexual aumentan un 24%, especialmente las agresiones sexuales con penetración (+42%). El crecimiento de todos los anteriores está en la media española.