Creencias

Secularización imparable en Cataluña: el catolicismo pierde 161 templos en un año

Los evangelistas han ganado 24 nuevos centros

Misa en la solemnidad de la Inmaculada en la catedral de la Almudena.
Misa en la solemnidad de la Inmaculada en la catedral de la Almudena.Luis DíazLa Razón

En Cataluña hay actualmente un total de 7.275 centros de culto, 130 menos que hace un año, de 15 religiones diferentes, el 80 % de ellos pertenecientes a la religión católica, que es la confesión que más templos ha perdido en un año, un total de 161, mientras que los evangélicos han sumado 24 nuevos centros.

Así se desprende de los datos publicados por la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat, que ha actualizado el Mapa religioso de Cataluña incorporando los datos relativos a 2021 y que revela que en la comunidad catalana hay actualmente 5.795 templos católicos y otros 1.480 pertenecientes a las minorías religiosas.

Las confesiones religiosas que tienen un mayor número de centros, después de la Iglesia católica, son el protestantismo, con 812 centros de culto, 24 más que el año anterior; el islam, que dispone de 290 oratorios, seis más; y los Testigos Cristianos de Jehová, con 115 salas del reino, las mismos que en 2020.

Por detrás están el budismo (67 centros de culto, uno menos que hace un año), las iglesias orientales -ortodoxas, católicas de ritos bizantino y coptos- que tienen 57 templos, los mismos que en 2020-, y el hinduismo (27, uno más).

La Iglesia Adventista del Séptimo Día, con 26 centros de culto, los mismos que hace un año, y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con 13, también sin variación, les siguen en la clasificación de creencias con más centros de culto en Cataluña.

La fe bahá'í (10 centros de culto) , el sijismo (también con 10), el paganismo (con 7), el judaísmo (con cuatro sinagogas) y el taoísmo (también con cuatro centros) no han experimentado variación con respecto a los datos de hace un año recogidos en el Mapa de las Religiones de Cataluña.

En la provincia de Barcelona se han contabilizado 3.282 centros de culto (16 más que en 2020) de 15 confesiones, en la de Girona 1.265 (80 menos que hace un año) de 12 religiones, en Tarragona 785 (57 menos) templos de 12 creencias y en Lleida 1.943 (siete menos) de diez confesiones diferentes.

El Mapa religioso de Cataluña es un proyecto que comenzó en 2001 por iniciativa de la Secretaría de Relaciones con las Confesiones Religiosas de la Generalitat y desde entonces se han llevado a cabo sucesivas actualizaciones, siempre encargadas a algún centro de investigaciones y estudios especializados en la materia.

En 2021 se hizo la séptima actualización, a cargo de la Fundación Pere Tarrés.

La información del Mapa religioso se concreta en un estudio que incorpora, por un lado, información cuantitativa con la recopilación de datos específicos sobre cada centro religioso establecido en Cataluña, y, por otro, información cualitativa recogida a partir de las entrevistas a los representantes de confesiones, centros de culto, organizaciones y entidades religiosas.

Según la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat, que esta semana ha estrenado nuevo director general en la persona del pedagogo Carles Armengol, la voluntad del mapa es “conocer en profundidad las comunidades religiosas presentes en Cataluña y ofrecer un retrato riguroso sobre la situación religiosa en Cataluña”.

En sus conclusiones, los autores del informe destacan que “el mapa religioso catalán se ha transformado profundamente en las últimas décadas” y que es “un mapa dinámico y cambiante” que, sin embargo, ya apunta que “pese a que la diversidad religiosa tiene una larga trayectoria en Cataluña, no ha sido hasta los últimos años cuando ha empezado a vivir una situación tímidamente normalizada”.

“El crecimiento de la inmigración ha propiciado el aumento de la diversidad religiosa en Cataluña en las dos últimas décadas, pero ha habido también conversiones de personas autóctonas”, resaltan los autores del informe.

Así, el sustancial incremento de centros de culto de las religiones minoritarias se debe principalmente al crecimiento de las personas provenientes de América Latina, el continente africano, Asia y Europa del Este.

Las mezquitas islámicas, los gurdwares sijs o las iglesias ortodoxas se componen casi exclusivamente de personas con un bagaje migratorio, mientra que las iglesias evangélicas o los centros hinduistas, en cambio, deben su crecimiento simultáneamente a las migraciones internacionales y a la presencia de conversos en sus comunidades.

En determinadas confesiones, como en el budismo, el crecimiento más significativo se ha producido por el aumento de las conversiones de personas autóctonas.

Los autores del informe indican que el mapa de la diversidad religiosa en Cataluña está en proceso de institucionalización, “pero con ciertas dificultades de visibilización” porque muchos lugares e culto son “invisibles” a la esfera pública, ya que están situados en naves industriales, pisos discretos o locales comerciales.

“El recelo de la ciudadanía hacia la apertura de centros de determinadas confesiones, unido a las dificultades económicas de la mayoría de comunidades, hace que la diversidad religiosa sea mayoritariamente invisible en el paisaje arquitectónico catalán”, según los autores, que también subrayan que “los centros de culto desempeñan un papel clave como espacios de sociabilidad en el marco de las confesiones minoritarias”.