Opinión
Curiosidades de la lengua
Hace ya bastantes años, cierta escritora, por aquel entonces famosa y televisiva, afirmó ufana en un programa de ese medio de comunicación que en castellano había una palabra que contenía las cinco vocales. Y proclamó acto seguido urbi et orbe su descubrimiento: murciélago.
Ella se quedó tan pancha y el personal, patidifuso.
Otro famoso de la época, también gallito y televisivo, la corrigió al día siguiente, se conoce que con ánimos de pasar por más culto y leído que la susodicha: hay nueve palabras con las cinco vocales, no una, aseguró públicamente.
Recuerdo que algunos lectores terciaron en la contienda y en más de un periódico aparecieron cartas recomendándole a la escritora en cuestión que se informase antes de hablar, advirtiéndole asimismo que eran muchas –y más de nueve– las palabras que incluían las cinco vocales.
A un servidor, azuzado por la polémica, le dio entonces por callejear un poco el diccionario y apuntar de paso todas las que, aquí y allá, iba encontrando. Que no fueron pocas, pues al cabo de un par de meses la cosecha había ascendido ya a doscientas bien contadas. Sí, doscientas palabras con las cinco vocales y sin que se repita ninguna, que ahí está el quid.
Y eso, naturalmente, sin incluir las formas verbales –estudiamos, acudiendo, enturbiado...–, ni los plurales –alusiones, profundidades, adoquines... –, sino computando únicamente las palabras que tienen entrada propia en el diccionario. (Tampoco, lógicamente, los nombres propios: Aurelio, Eulogia...).
No va uno a ponerlas aquí todas, que sería aburrida y engorrosa la retahíla, pero sí algunas, las más usuales, las que, por eso mismo, nos pasan quizá desapercibidas y sin que reparemos nunca en ese rasgo tan curioso que las caracteriza: educación, vestuario, reumatismo, secundario, ocurrencia, meditabundo, neumático, euforia, entusiasmo, desahucio, auténtico, curiosear, bisabuelo... Y un largo etcétera, hasta las doscientas setenta y pico a que ascendió pronto la colección.
Curiosidades de la lengua, como se ve, que tiene muchas. Verbigracia, y sin salirnos de las vocales, ¿sabían ustedes que la vocal más frecuente en castellano, la que más se usa al hablar y escribir, es la e? Así lo asegura la RAE en un libro reciente y muy recomendable, Nunca lo hubiera dicho se titula. Le siguen en el ranking la a y la o, y a continuación dos consonantes, la s y la r (¡solo en la palabra ferrocarrilero aparecen cinco!). En la última fila, comparten el farolillo rojo la x, la k y la w.
Por cierto que, de las 93 111 palabras que tienen entrada en la última edición impresa del diccionario de la RAE (2014), la más larga es electroencefalografista, con 23 letras, y, en cuanto a murciélago, aparece también recogida la variante murciégalo, hoy considerada como vulgar, aunque fue esta la forma empleada originariamente por ser la etimológica.
Y un par de apuntes curiosos más para terminar. El primero, que la forma verbal oía es la única palabra formada por tres letras y tres sílabas; el segundo, que en el diccionario pueden encontrase también ejemplos de palíndromos, esto es, de palabras que pueden leerse de izquierda a derecha o de derecha a izquierda: rayar, rodador, anilina, reconocer…
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