Historia y religión

¿Por qué hay 13 ocas en la Catedral de Barcelona?

Hay dos leyendas sobre el motivo de su presencua en la basílica y el número

Las ocas de la Catedral de Barcelona
Las ocas de la Catedral de BarcelonaGoogle

La presencia y el número de las ocas se atribuye a dos leyendas. La primera nos cuenta que, cuando comenzó la construcción de la catedral, el guardián de las obras vivía acompañado de unas ocas. Un día, unos ladrones irrumpieron en las obras, y las ocas comenzaron a graznar, evitando el robo. Desde entonces se ganaron el honor de poder estar de manera permanente en este lugar.

La cantidad de animales, 13, se debe a la leyenda de Santa Eulalia, quien reposa en la cripta de la Catedral. Durante la época romana, la pequeña Eulalia fue condenada por negarse a renunciar a la fe cristiana, y se le aplicaron 13 martirios, tantos como años tenía.

Según cuenta la tradición, “como primer tormento fue encarcelada en una prisión oscura, para posteriormente ser azotada. En el potro le fue desgarrada la carne con garfios. Luego fue puesta de pie sobre un brasero ardiendo y le fueron quemados los pechos. Las heridas le fueron fregadas con piedra tosca, para luego arrojarles aceite hirviendo y plomo fundido, además de lanzarla a una fosa de cal viva.

El noveno tormento, uno de los más conocidos popularmente, consistió en ponerla desnuda dentro de un tonel lleno de cristales, clavos y otros objetos punzantes, siendo lanzada por una calle en bajada (de acuerdo con la tradición, se trataría de la calle Baixada de Santa Eulàlia).

Posteriormente, fue encerrada en un corral lleno de pulgas. Finalmente, fue paseada desnuda por las calles de la ciudad hasta el lugar del suplicio donde fue crucificada en una cruz en forma de aspa (que es el emblema de la catedral y la diócesis, así como el atributo iconográfico de la santa). Según la leyenda, durante su crucifixión se produjo una nevada, tapando la pureza de su cuerpo desnudo. También según la tradición popular, al final de su oración de que el Señor la tomara a Su Reino, la gente vio volar hacia el cielo de su boca una paloma blanca”

Son varias las leyendas relacionadas con esta particular estampa, pero la más popular de ellas es la relacionada con la vida y muerte de Santa Eulàlia, copatrona de la ciudad (copatrona, recordamos, porque comparte patronato con la virgen de la Mercè) y enterrada en la cripta de la Catedral.

Se dice que Santa Eulalia era una niña cristiana que vivía en el barrio de Sarrià (allá por el año 290), y que desde joven le gustaba pastorear ocas. Eulalia tuvo la mala suerte que nació en una época gobernada por romanos en que le obligaban a renunciar a la fe cristiana. Aun así, ella siempre se mantuvo firme a sus ideales y, con sólo 13 años, fue condenada y castigada a sufrir 13 martirios (uno por año), que acabaron con la crucificación de la Patrona. Así, el número de ocas nos recuerdan a la edad en que murió y a la cantidad de castigos que sufrió por defender su fe.