Ciberestafa

Guardia Civil y Mossos desmantelan una banda que estafaba 400 euros al minuto con criptomonedas

Al principio, pedían a sus víctimas pequeñas cantidades y lograban entrar en sus cuentas bancarias

La Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra han llevado a cabo dos detenciones en Albania, dentro de un dispositivo para la desarticulación de una organización criminal transnacional que estafaba a sus víctimas mediante supuestas inversiones en criptomonedas.

El número de perjudicados podría ascender a cientos de miles y en España se estima que más de 17.000 personas habrían sido víctimas de esta organización criminal. Se calcula que la red investigada obtenía unos 400 euros al minuto y desde el comienzo de la investigación, habrían logrado beneficios cercanos a los 2.400 millones de euros.

La primera denuncia fue de una mujer de edad avanzada a la que habían robado más de 800.000 euro. A partir de una llamada telefónica,un supuesto “experto en finanzas” le propuso realizar inversiones millonarias en criptomonedas.

En principio, la mujer sólo debía transferir 250 euros, pero los grandes beneficios que los estafadores simulaban obtener hicieron que la mujer acabara invirtiendo importantes cantidades de dinero. En ese momento la organización criminal instaló un programa en el ordenador de la víctima para controlar todos sus movimientos económicos, haciéndole perder los ahorros que tenía en sus cuentas bancarias.

Falsos brokers contactaban con víctimas potenciales desde centros de llamadas ubicados en Albania; simulaban un gran conocimiento del mundo de las finanzas, manipulando a los potenciales inversores con técnicas persuasivas y ofreciendo grandes beneficios a partir de pequeñas inversiones.

En realidad, se trataba de auténticos estafadores que las engañaban mediante técnicas de ingeniería social para que realizaran inversiones en plataformas web controladas por la organización criminal. Las inversiones iniciales eran de 250 euros y pronto informaban a la víctima de supuestos grandes beneficios, por lo que la confianza hacia su broker evolucionaba favorablemente y ocasionaba que ésta siguiera depositando más dinero en la plataforma, pudiendo llegar a ceder cientos de miles de euros a lo largo de su relación con su manipulador. Con esos datos falsos, los supuestos brokers hacían creer al inversor que sus ganancias se multiplicaban exponencialmente, ayudando a mantener su interés por la inversión. Por otra parte, durante el proceso de engaño el estafador conseguía que su víctima autorizara la instalación de software de acceso remoto a su ordenador personal y de esta forma se aseguraba poder acceder a información bancaria y claves de acceso a cuentas. Cuando el inversor quería detraer todo o parte de los beneficios obtenidos, el estafador le pedía más dinero para poder retirar los fondos con diferentes excusas, como el pago de impuestos o supuesto fallos del sistema. En caso de no conseguir más inversión por parte de la víctima, la organización accedía a la información bancaria personal y le vaciaban las cuentas.

Al inicio de la investigación, los Mossos d’Esquadra detectaron más de un centenar de páginas web controladas por la organización criminal y se comprobó que había una empresa que estaba siendo investigada por Unidades de la Guardia Civil (Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca y la Unidad de Policía Judicial de la Zona de Cataluña), por lo que a mediados de 2019 se estableció un Equipo Conjunto de Investigación (ECI) entre ambos cuerpos.

Los investigadores, entre los que se incluían los de varios países, especialistas en el mundo del cibercrimen pudieron determinar los vínculos existentes entre las distintas plataformas web, así como las empresas de desarrollo de software y los “call center” (centros de llamadas) que utilizaban para comunicarse con las víctimas y con otras mercantiles.

Todo ello formaba parte de un gran entramado internacional dedicado a la estafa de multitud de ciudadanos europeos, aunque también pudieron identificarse víctimas de otros continentes. Dada la especialización de la organización criminal, una de sus ramificaciones más importantes radicaba en los centros de llamadas que se encontraban en países limítrofes con la Unión Europea, como Albania, Georgia, Macedonia del Norte, Andorra o Ucrania.

Ls pesquisas han sido muy complejas dado el sofisticado nivel de la red criminal. Contaban con un equipo de ingeniería informática encargado del desarrollo de la parte visible que opera en internet, call centers con operadores que hablaban en varios idiomas, sociedades repartidas por el mundo para mover los activos y con un grupo financiero capaz de transferir el dinero estafado a paraísos fiscales y blanquear las ganancias.

Durante los días 8 y 9 de noviembre se activó un Centro de Coordinación (CECOR) en la sede de Eurojust en La Haya, desde donde se lideró el desarrollo de forma simultánea de un dispositivo por parte de las diferentes policías para su actuación en Albania, Bulgaria, Georgia, Macedonia del Norte y Ucrania. El total de las actuaciones policiales que se llevaron a cabo en los citados países ha dado lugar al desmantelamiento de 15 centros de llamadas, la detención de los dos máximos responsables de la organización en Albania, la identificación de 16 personas y la intervención de más de 355 ordenadores, móviles, tabletas y otros objetos electrónicos con información relevante para los investigadores. Durante los registros se han localizado activos en criptomonedas en diversos cryptowallets por valor de 16.000€, además de 25.000€ en efectivo.

En la actuación realizada en Albania, una treintena de efectivos policiales de la Guardia Civil y Mossos d’Esquadra en coordinación con la policía albanesa, procedieron al desmantelamiento de seis centros de llamadas controlados por la organización criminal investigada, desde los que los estafadores contactaban con sus víctimas. Han sido detenidas dos personas e interceptado 155 ordenadores a través de los cuales se realizaban las operaciones fraudulentas.