Llega el frío a Cataluña: nieve, fuerte viento y “brusca bajada de las temperaturas”

El frío llega a Cataluña cuando queda prácticamente un mes para las navidades y tras un otoño inexistente por las altas temperaturas registradas. Los termómetros se desplomarán especialmente a partir del viernes y durante el fin de semana con un temporal acompañado por fuertes rachas de viento, lluvias en Barcelona y el área metropolitana y las primeras nevadas con una cuota que descenderá hasta los 1.400 metros de forma más generalizada y los 1.200 en algunos enclaves del Pirineo.

Según el pronóstico del Meteocat, el servicio meteorológico de Cataluña, la primera borrasca del otoño implicará una “brusca caída” de las temperaturas, con máximas que caerán hasta 10 grados respecto a los datos de estos últimos días -por ejemplo, en Barcelona se pasará de los 25 a los 15 en un día, de jueves a viernes- y mínimas negativas en gran parte del Pirineo a lo largo del fin de semana.

Las fuertes rachas de viento y las primeras nevadas de la temporada también serán protagonistas, con una cuota que llegará a descender hasta los 1.200 metros en algunas zonas del Pirinero. La lluvia queda reservada para el litoral, especialmente en Barcelona y algunas zonas del sur de Girona, donde será generalizada este viernes 18 de noviembre por la tarde.

Todo después de que este año se haya registrado el Octubre más cálido desde que hay datos en el Observatorio Fabra de Barcelona, hace 108 años, con una temperatura media de 20,7°C. Un récord absoluto en Cataluña. La media de las máximas ha sido de 24,5°C, casi cuatro grados por encima de la habitual, mientras que la media de la temperatura mínima ha sido de 17°C, 3,3 grados por encima de la normal.

Un veranillo especialmente caluroso y atípico que ha agravado el episodio de sequía extrema que sufre Cataluña desde hace meses y que ha obligado a la Generalitat a aplicar varias restricciones, nunca en uso doméstico. En concreto, más de 300 municipios tienen activas limitaciones de uso de agua y la zona de Barcelona y su área metropolitana se mantienen en situación de prealerta a la espera de ver qué acaba ocurriendo con el temporal que se avecina.