Pirineo

Los 10 mejores lugares para encontrar setas en Cataluña

La Cerdanya, el Ripollès y el Berguedà, el podio en esta época del año, antes de las primeras grandes nevadas de invierno

Bellver de la Cerdanya
Bellver de la CerdanyaLa Razón

¿Dónde encontrar setas en Cataluña? La pregunta del millón no tiene una fácil respuesta, aunque conocer las mejores zonas, esperar a que llueva y saber qué tipo de variedades se pueden encontrar en cada lugar ayudan. Trucos infalibles antes que tirar una moneda al aire y perderse por el bosque sin rumbo ni demasiada suerte.

Además, ir a recoger setas permite disfrutar de la naturaleza, practicar un poco de deporte y hacer turismo rural, con parada obligada a los restaurantes y masías de la zona escogida. El Pirineo, con la Cerdanya como protagonista indiscutible, las zonas de Berga y el Ripollès norte y sus alrededores son los tres enclaves a marcar en rojo en el mapa por las posibilidades que ofrecen.

A la Cerdanya hay que ir ya por el clima y la reciente ola de frío que ha dejado las primeras nevadas en la montaña. Para evitar los altos macizos donde la nieve ya ha cuajado, lo mejor es quedarse por las inmediaciones de Bellver o Riu de Cerdanya, justo a los pies del túnel del Cadí. Una vez aquí, la zona del bosque de Meranges y el Prat de la Freixa, además de la Collada de Toses, son los sitios a tener en cuenta.

Sin embargo, hay que apresurarse a acudir a esta sierra por la reciente bajada de las temperaturas, que ha provocado ya las primeras heladas en la comunidad. Un clima que no favorece para nada la supervivencia de las setas. Aquí se encuentran níscalos -el famoso rovelló en catalán-, negrillas, setas de carrerillas o rebozuelos.

Un peldaño más abajo aparece la zona norte del Ripollès, con varias paradas a tener en cuenta para perderse en el bosque: Ribes de Freses, Pardines y Planoles. La sierra del Taga y la de Ventolà son perfectas para las setas, especialmente en esta época del año. Y los tres pueblos mencionados anteriormente ofrecen coquetos hostales y casas rurales para pasar un fin de semana lejos de Barcelona.

La comarca pirenaica del Ripollès ofrece también otros rincones como Setcases, Campdevànol, les Lloses o Camprodón, todos ellos conocidos por sus parajes y la gastronomía catalana que ofrecen.

Y dos escalones por detrás aparece el Berguedà, ya en la provincia de Barcelona y otro de los enclaves por excelencia para los amantes de la montaña y de las setas. Es una de las mejores zonas para ir bien entrado el otoño y cuando en el Pirineo ya ha nevado. Els Rasos de Peguera o la Vall d’Ora -entre el Berguedà y el Solsonès, perteneciente a ésta última- son los lugares idóneos. Aquí se pueden encontrar, además de los níscalos y las negrillas, las llanegas negras, abundantes en estos pinares.