En 2023

Los tres “macroproyectos” que encallan la negociación de los Presupuestos por el “no” del Govern

El PSC insiste con la ampliación del aeropuerto, el Hard Rock y el Cuarto Cinturón y avisa de que no hay avances sustanciales

El presidente del grupo parlamentario de Socialistes i Units per Avançar y líder de la oposición, Salvador Illa hace una pregunta al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès durante la sesión de control en el Parlament
El presidente del grupo parlamentario de Socialistes i Units per Avançar y líder de la oposición, Salvador Illa hace una pregunta al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès durante la sesión de control en el ParlamentMarta PérezAgencia EFE

Los «macroproyectos» que exige el PSC y que Junts no ve con malos ojos –la ampliación del aeropuerto, el Hard Rock y el Cuarto Cinturón– encallan la negociación de los Presupuestos por la negativa del Govern de abrir esta carpeta e incluirlos en el paquete. Todo a las puertas de que termine el año, con el último pleno convocado para esta semana que viene y un periodo hábil de sesiones en el Parlament que termina el 31 de diciembre hasta el 15 de enero.

«Yo les insistí en que mantenemos la petición de incluir esos proyectos en los presupuestos y ellas (las consejeras de Economía, Natalia Mas, y Presidencia, Laura Vilagrà) me insistieron en que no querían mezclar la negociación de esos proyectos con los presupuestos», explicó ayer la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero.

Los socialistas llevan días insistiendo en la necesidad de reactivar e impulsar el macrocomplejo de ocio de Vila-Seca y Salou y la B-40, dos proyectos que cuentan con el beneplácito del Gobierno, especialmente la conexión por carretera entre Terrassa y Sabadell, además de retomar la ampliación fallida del aeropuerto de El Prat. Para el PSC, son tres iniciativas que podrían aportar negocio y riqueza en el terrotorio en un contexto de creciente crisis, un objetivo de cara a 2023.

Sin embargo, ERC no quiere afrontar el asunto y los Comunes los rechazan de plano, por lo que abordarlos sería abrir un conflicto con el partido morado e incluso llegar a perder su apoyo. «Son carpetas distintas, no hay que mezclar temas», explican desde la Generalitat.

En cambio, Junts exhibe cierta sintonía con el PSC por el tema de los «macroproyectos» e incluso coqueteó con su apoyo a la ampliación de El Prat, el Hard Rock y el Cuarto Cinturón cuando compartía Ejecutivo con Esquerra.

Por otro lado, el PSC también discrepa sobre uno de los puntos del acuerdo de presupuestos alcanzado el miércoles entre el ejecutivo de Aragonès y los Comunes: imponer un impuesto a los productos ultraprocesados.

«No nos han dado más detalles sobre ese impuesto, pero no nos gusta que se aprueben nuevos impuestos en este tipo de negociaciones. Además, el sector cárnico y la ganadería ya están suficientemente castigados como para ponerles un nuevo impuesto», explicó ayer Alícia Romero.

Tampoco se ha clarificado el calendario para aprobar las cuentas y los socialistas rechazan la presión que imponen desde el Govern: «Que no nos presionen con el calendario. Nosotros les hemos estado tendiendo la mano desde el 22 de agosto».

Eso sí, en su relato han incorporado un nuevo elemento: los socialistas lo tienen claro y alertan de que presentarán una enmienda a la totalidad a las cuentas si el Ejecutivo de Pere Aragonès decide aprobarlos primero en el seno del gabinete antes de tener atado un acuerdo con ellos. Una advertencia que cobra fuerza tras el pacto sorpresa entre Esquerra y los Comunes.