Los Mossos descartan una agresión sexual en la felación de la menor en la discoteca Waka de Sabadell

Los Mossos d’Esquadra descartan que la felación que una menor de edad le practicó a un chico en la discoteca Waka Sabadell de Sant Quirze del Vallès (Barcelona) se trate de una agresión sexual. La policía catalana ha sacado esta conclusión tras entrevistar a testigos de la escena, que se produjo en la pista de baile del local, y tras visionar las grabaciones de las cámaras de seguridad del interior. Lo ha adelantado este martes el Diari de Sabadell. Se encarga de las indagaciones la Divisió d’Investigació de l’Àrea Bàsica Policial de Sabadell.

Los análisis toxicológicos a los que fue sometida la menor indican que no se encontraba bajo los efectos de drogas, según fuentes de los Mossos.

La madre de la adolescente presentó una denuncia por agresión sexual y por la difusión de las imágenes en Internet. La progenitora explicó que la chica pidió un refresco y que después “ya no recordaba nada”.

Ahora los Mossos centran sus esfuerzos en localizar a la persona que grabó y difundió el video de la felación que se hizo viral. Se trata de un delito de revelación de secretos y contra la intimidad. Y al haber una persona menor de edad implicada, se considera un delito grave que puede penarse con hasta un año de prisión.

De esta manera, la menor grabada mientras practicaba una felación no se encontraba bajo los efectos de ninguna droga y tampoco fue agredida sexualmente. Estas son las primeras conclusiones de los Mossos d’ Esquadra tras practicar las primeras pesquisas sobre el mediático caso, viralizado a través de las redes sociales.

La propia progenitora había presentado una denuncia ante las autoridades tras viralizarse el video –grabado sin permiso– y ante el temor de que se encontrase bajo una sumisión química fruto de alguna droga vertida en su bebida. Desde ese momento, la División de Investigación del Área Básica Policial de Sabadell tomó las riendas del caso.

Las autoridades también han descartado la agresión sexual y consideran que los hechos acontecidos estuvieron consentidos -a excepción de la grabación de los mismos, lo que constituye un delito, al igual que la difusión, que podría implicar penas de prisión y una multa-. A esta conclusión se ha llegado tras hablar con los testigos y tras revisar el circuito de cámaras del local.