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Este es el punto más frío de Barcelona: 10 grados menos que en el centro

Este enclave, situado en la parte occidental de Collserola, se convierte en un auténtico paraíso en verano y un infierno en invierno

Vista de copos de nieve desde la zona de Tibidabo, a 24 de enero de 2023 en Barcelona
Vista de copos de nieve desde la zona de Tibidabo, a 24 de enero de 2023 en BarcelonaLorena SopênaEuropa Press

Hay un punto de Barcelona, una curva en lo alto de Collserola, que año tras año se consolida como el más frío de la capital catalana con hasta 10 grados menos que en el centro de la ciudad. Se trata del Revolt de les monges, un enclave ubicado en la parte occidental de Collserola y que por su situación, incidencia del sol y orografía registra temperaturas notablemente más bajas que en pleno Eixample.

Un paraíso en verano, destino de muchos vecinos de la zona y aficionados al deporte que tratan de resguardarse de las sucesivas olas de calor paseando por la montaña de Collserola. Y un verdadero infierno en invierno, con episodios de nieve, hielo y fuertes heladas en temporales como el de esta semana.

Por ejemplo, la pasada noche del 22 de enero -de sábado a domingo- se registró en el Revolt de les monges una temperatura negativa de menos 5 grados centígrados, mientras que en el centro de la ciudad fue de 3 positivos. Una diferencia, que oscila entre los 8 y 10 grados, que se mantiene en todas las estaciones del año y se acusa especialmente en intensas olas de calor en verano y en zarpazos de frío en invierno.

De hecho, la media contabilizada en esta curva a lo largo del mes de diciembre es de 8,9 grados menos que en el centro de la capital catalana, según una cuenta de Twitter que recoge día tras día varios datos de la zona.

Un asesinato múltiple

El Revolt de les monges es una curva ubicada en la carretera que va de Vallvidrera a les Planes y por el lugar pasa por un pequeño torrente afluente de otros dos, uno de los motivos por el que se registra tanta humedad y la temperatura acostumbra a bajar de forma notable.

Monumento en honor a las monjas asesinadas en este punto.
Monumento en honor a las monjas asesinadas en este punto.IEC

La zona debe el nombre al asesinato de cinco monjas en la Guerra Civil. De hecho y según consta en el archivo del Institut d’Estudis Catalans (IEC), “el propietario de la tienda de la parte alta de Vallvidrera y la panadera bajaron hasta ese lugar y trataron de auxiliar a una de las víctimas, que todavía estaba viva” pese al peligro que implicaba. “La monja malherida murió poco después”, recoge el organismo.

En la parte alta de la carretera e encuentra este obelisco truncado y coronado con una cruz y una inscripción. El lugar se llama popularmente la Curva de las Monjas y la denominación se ha oficializado en la rotulación municipal del Ayuntamiento de Barcelona.