300 educadores sociales protestan por falta de seguridad en Barcelona

Cerca de 300 trabajadores y educadores sociales se concentraron ayer en la Plaza Sant Jaume, en Barcelona, para protestar por sus condiciones laborales y reclamar más seguridad. La concentración se produjo después de la muerte de Belén, una trabajadora social extremeña que fue asesinada el pasado martes presuntamente por tres menores de edad en un piso tutelado de Badajoz.

La organización que convocó la concentración, el Col·legi d'Educadores i Educadors Socials de Catalunya (Ceesc), alertó en un informe que el 30% de los profesionales catalanes han sufrido acoso o violencia en el trabajo. "¡Escuchadnos! Antes de que sea demasiado tarde", titulaba la manifestación.

Según la vocal del colegio, Patricia Sarrias, en declaraciones a Europa Press, el sector de educadores sociales en Cataluña está "precarizado, feminizado y poco reconocido", lo que repercute no sólo en la seguridad de los profesionales, sino también en el servicio que prestan. Al ser "pocos y muy repartidos", Sarrias ha valorado positivamente la asistencia a las movilizaciones en Barcelona, Lleida, Girona, Tarragona y Tortosa.

Desde el Ceesc exigen medidas urgentes para garantizar la seguridad y el reconocimiento de su labor, así como un compromiso por parte de la Administración para dotar a los servicios sociales de los recursos necesarios para no seguir trabajando en condiciones de riesgo e invisibilización.