Polémica

Así protesta este vecino de Hospitalet contra la delincuencia: ¡con una pata de jamón para "luchar" contra la inmigración musulmana!

El insólito momento desató bromas y comentarios en redes sociales, donde se ironiza con el jamón como “arma” simbólica frente a la percepción de inseguridad vinculada a la inmigración magrebí

Así protesta este vecino de Hospitalet contra la delincuencia: ¡con una pata de jamón para "luchar" contra la inmigración musulmana!
Así protesta este vecino de Hospitalet contra la delincuencia: ¡con una pata de jamón para "luchar" contra la inmigración musulmana!https://www.instagram.com/rivasrtss/

La manifestación de vecinos celebrada este miércoles en L’Hospitalet de Llobregat contra la inseguridad y el incivismo dejó una imagen inesperada que se ha vuelto viral en redes sociales: un vecino alzó una pata de jamón durante la protesta, agitándola en el aire como si se tratara de una bandera.

El gesto fue recogido en vídeo por otros manifestantes y pronto circuló en X (antiguo Twitter), TikTok e Instagram, acompañado de comentarios irónicos que lo convirtieron en uno de los momentos más comentados de la jornada.

Entre la protesta y el humor negro

Las bromas giran en torno a la idea de que, como los musulmanes no consumen cerdo por motivos religiosos, el jamón se transforma en una especie de “arma” simbólica contra la delincuencia. Varios usuarios compartieron memes sobre “perfumes de jamón” o “defenderse con una pata de jamón” como una manera de parodiar la situación.

El trasfondo, sin embargo, conecta con un fenómeno más profundo: la percepción, extendida en parte de la ciudadanía, de que gran parte de los delitos en el área metropolitana de Barcelona están ligados a la inmigración ilegal o a colectivos de origen magrebí. Un discurso que encuentra eco en redes sociales y es alimentado por partidos como Vox y Aliança Catalana.

Una protesta multitudinaria

La movilización de Hospitalet reunió a miles de vecinos que denunciaron robos, narcolocales, falta de limpieza y ausencia de presencia policial. Bajo lemas como “Nos sentimos abandonados”, reclamaron al Ayuntamiento y a la Generalitat medidas concretas para reforzar la seguridad y recuperar la convivencia en los barrios más afectados.

L’Hospitalet de Llobregat, con algo más de 260.000 habitantes y apenas unos 12-13 km², es la segunda ciudad más poblada de Cataluña y una de las más densamente habitadas de Europa, con cifras que rondan los 20.000–22.000 habitantes por kilómetro cuadrado en promedio, y barrios como La Florida, La Torrassa o Pubilla Casas con densidades aún más altas. Tradicionalmente ha sido una ciudad humilde, de carácter obrero, con fuerte tejido vecinal y convivencia de barrio, fruto de oleadas migratorias internas en las décadas pasadas y de habitantes que buscaban vivir cerca de Barcelona sin los costes del centro.

En los últimos treinta años L’Hospitalet ha experimentado una inmigración considerable, tanto interna como internacional, incluyendo poblaciones originarias de Hispanoamérica, dominicana entre ellas, y comunidades musulmanas, entre otros orígenes. Esta inmigración ha ido aparejada de graves problemas de inseguridad, que incluyen actividades relacionadas con el narcotráfico, okupaciones, hurtos, robos con violencia o ajustes de cuentas entre bandas latinas.