La Audiencia de Barcelona anula la condena al acosador de Paula Bonet porque "no se justificó su trastorno psiquiátrico"

La Audiencia de Barcelona ha anulado la sentencia que condenaba al acosador de Paula Bonet . Según el tribunal, la motivación de la sentencia “presenta un déficit inesmenable” y, por eso, pide a la magistrada que la reescriba con “la valoración de todo el material probatorio que ha originado la causa”. Con este auto, la Audiencia ha aceptado el recurso de la fiscalía , que considera que durante el juicio no se demostró que el acosador tuviera ningún trastorno mental, por lo que no debería tener derecho de ningún atenuante o eximente y pedía el ingreso en prisión.

La magistrada condenó al hombre por delitos de acoso, amenazas y rotura de la orden de alejamiento. Según la sentencia, en el juicio se acreditó que el acosador sufre un delirio de erotomanía encapsulado, un trastorno psicológico que invade su pensamiento y comportamiento hasta límites irracionales, lo que imposibilita que actúe de acuerdo con una comprensión normal de las cosas.

Debido a esto, fue condenado a seguir un tratamiento por su trastorno internado en un centro, con un plazo máximo de tres años y tres meses. La abogada de Bonet, Carla Vall, declaró que atribuirle esto era “dar forma clínica a la misoginia” y añadió que la médica forense negó la existencia del trastorno.

El Juzgado Penal 10 de Barcelona condenó en julio del año pasado a ha condenado a V.G por acosar y amenazar a Bonet, explicó ha explicado su abogada, Carla Vall, en un tuit, y le prohibió acercarse y comunicarse con ella durante 10 años.

La abogada añadió que la jueza tuvo en cuenta como eximente que el hombre tiene un trastorno mental, y por eso tenía que cumplir la pena en un centro de internamiento.

También está condenado por haber incumplido reiteradamente la orden de alejamiento que la jueza le impuso como medida cautelar.

En 2021, la ilustradora denunció en las redes sociales que el hombre desconocido al que hace un año denunció por acoso, ha vuelto a hacerlo, al haber descubierto la ubicación de su nuevo taller en Barcelona.

La artista, residente en esa ciudad y quien se encontraba promocionando su libro “La anguila”, ha asegurado que esta persona “ha impuesto su presencia de nuevo saltándose la orden de alejamiento” que dictó una jueza.

“Llegó con flores. A veces dice que quiere cortarme en trocitos, otras veces se agarra a la ventana de mi despacho a la una de la mañana mientras yo trabajo para que le explique qué me pasa, porque no me entiende, dice”, afirmó en una publicación en Instagram.