Infraestructuras
Barcelona se encuentra cada vez más alejada de recuperar las conexiones ferroviarias nocturnas con otras capitales europeas
Con la llegada del AVE y la expansión de la alta velocidad a partir de 2010, estos servicios fueron paulatinamente eliminados, hasta que la pandemia de COVID-19 terminó de desmantelar las últimas rutas internacionales, como la conexión entre Barcelona y Galicia.
Barcelona se encuentra cada vez más alejada de recuperar las conexiones ferroviarias nocturnas con otras capitales europeas. Durante décadas, los trenes nocturnos que unían Barcelona con París, Milán y Zúrich fueron una opción habitual para los viajeros. Sin embargo, con la llegada del AVE y la expansión de la alta velocidad a partir de 2010, estos servicios fueron paulatinamente eliminados, hasta que la pandemia de COVID-19 terminó de desmantelar las últimas rutas internacionales, como la conexión entre Barcelona y Galicia.
A pesar de la desaparición de estos servicios, en los últimos años han surgido intentos de recuperar los trenes nocturnos internacionales. Sin embargo, estos proyectos no han logrado avanzar debido a diversas dificultades, entre ellas la falta de apoyo político y los obstáculos regulatorios. Un ejemplo de ello es el proyecto Midnight Trains, una iniciativa privada francesa que había anunciado una ruta de lujo entre Barcelona y París. Sin embargo, a pesar del entusiasmo inicial, la falta de financiación hizo que el proyecto no llegara a despegar. Otro caso es el consorcio Nightjet, liderado por la compañía austriaca ÖBB, que había planeado una conexión nocturna entre Barcelona y Zúrich. A pesar de que Nightjet sigue operando en otras rutas, como Viena-París o Milán-Amsterdam, la conexión Barcelona-Zúrich permanece suspendida debido a dificultades logísticas y la falta de consenso entre los países involucrados.
Por otro lado, el proyecto European Sleeper, una iniciativa privada que ya opera rutas entre Bruselas, Ámsterdam y Berlín, también había anunciado la conexión Barcelona-Ámsterdam para finales de 2024. Sin embargo, debido a obstáculos regulatorios en Francia y otros problemas logísticos, la ruta se ha pospuesto hasta 2026 o 2027.
El fracaso de estos proyectos refleja una realidad que se ha mantenido durante años: la «excepción ibérica», donde España y Portugal siguen siendo los únicos países europeos que carecen de una red de trenes nocturnos internacionales. Mientras países como Italia, Francia y Alemania mantienen conexiones de tren nocturno, España ha optado por centrarse en la alta velocidad y en las aerolíneas de bajo coste, relegando el tren nocturno a un segundo plano.Este retroceso de los trenes nocturnos no se debe solo a la falta de voluntad política, sino también a un modelo de transporte centrado en la alta velocidad y la aviación, que ha ido desplazando a los trenes tradicionales. Según Adrià Ramírez, portavoz de la Promoció del Transport Públic (PTP), los trenes nocturnos no eran deficitarios, sino que fueron desmantelados como parte de una estrategia política. Por ejemplo, el tren nocturno entre Barcelona y La Coruña, que se suprimió en 2010, viajaba lleno, lo que demuestra que había una demanda suficiente para mantener estos servicios.
Además de la falta de apoyo estatal, los proyectos de trenes nocturnos se han enfrentado a diversas trabas regulatorias. En particular, el gobierno francés ha dificultado la creación de nuevas rutas ferroviarias internacionales debido a la necesidad de homologar los trenes en su territorio. También se ha señalado que las altas tarifas de mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias en varios países y la complejidad para coordinar horarios entre diferentes naciones han retrasado la creación de nuevas rutas.
A pesar de estos obstáculos, los defensores de los trenes nocturnos siguen luchando por la recuperación de estos servicios. Desde la PTP se considera que los trenes nocturnos son una opción ideal para trayectos de entre 800 y 1.500 kilómetros, ya que permiten a los viajeros aprovechar el tiempo de descanso durante la noche y llegar a su destino al día siguiente sin perder tiempo en el día. Para muchos, la recuperación de estas rutas no solo se trata de conveniencia, sino también de sostenibilidad, ya que el tren es una de las alternativas más ecológicas frente al transporte aéreo. Además de la presión de la sociedad civil, la implicación de los gobiernos autonómicos, como la Generalitat de Cataluña, podría ser clave para conseguir que los proyectos de trenes nocturnos entre Barcelona y otras ciudades europeas, asegura la PTP.
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