Municipal
Guerra de las terrazas en Barcelona: Gràcia también tendrá que reducir horarios
Las plazas de Sol, Vila de Gràcia, Virreina, Diamant y Revolució se verán afectadas por las restricciones
Tras la calle Enrique Granados y cuatro zonas de Ciutat Vella, la reducción horaria en las terrazas de Barcelona para combatir el ruido nocturno alcanza al barrio de Gràcia. Las plazas del Sol, Vila de Gràcia, Virreina, Diamant y Revolució tendrán que adelantar una hora su cierre. Por tanto, los restauradores tendrán que recoger las mesas del exterior a las 23 h de domingo a jueves y a las 0 h viernes, sábado y vísperas de festivo entre los meses de abril y octubre. El resto del año sólo se adelanta el horario de cierre de los fines de semana y vísperas de festivo. El consistorio prevé que estas medidas entren en vigor a finales de mes, una vez finalice la fiesta mayor.
Barcelona es, de largo, la capital española con los horarios de terrazas más restrictivos del país. Como mínimo de una hora. Es decir, si entre semana las terrazas de Barcelona cierran a medianoche, aunque más bien es a las once y media, en Valencia, Madrid, Sevilla Málaga o Zaragoza, tienen una hora extra. Ahora estas restricciones incorporan otra hora siempre y cuando la justicia no lo evite.
El director del Gremi de Restauradors de Barcelona, Roger Pallarols, ya avanzó la semana pasada “una judicialización sin precedentes y masiva” tanto por el recorte de los horarios de las terrazas como por el del horario de las licencias de actividad anunciado por el Ayuntamiento de Barcelona. Pallarols aseguró que el sector dará una “respuesta muy contundente” a los nuevos horarios. A su juicio, el sector está viviendo “estos días de agosto es gravísimo” y lo definió como un ataque directo y una agresión sin precedentes contra la restauración, en sus palabras. El director del gremio añadió que el equipo municipal presidido por la alcaldesa Ada Colau “ha decidido unilateralmente reabrir la guerra de las terrazas” e iniciar un enfrentamiento con el sector de la restauración.
EL Ayuntamiento, en cualquier caso, para compensar la reducción horaria, el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha anunciado que se aumentará el número de terrazas en horario nocturno sin ocupar el 15% del espacio público. Así, las plazas del Sol, Vila y Diamant podrán disponer de dos mesas más por local desde las 20 h. hasta el cierre. Por contra, la plaza del Raspall perderá la terraza extraordinaria que sumó durante la pandemia con el objetivo de garantizar el descanso vecinal.
El gobierno municipal de Ada Colau calcula que la medida beneficiará a 700 vecinos y afectará a una treintena de locales de restauración. También prevé otras medidas como instalar tapones de plástico en las mesas y sillas, reclamar a los restauradores que tiren los envases de vidrio en los contenedores durante el día y que las terrazas se apilen en el espacio público. El consistorio también limita el número de conciertos y eventos nocturnos. Según los sonómetros situados en las plazas de Gràcia, consideradas una zona acústicamente tensionada en horario nocturno (ZATHN) del distrito de Gràcia, en estas calles y plazas se superan de forma continuada en 3 decibelios los límites permitidos por las noches.
Badia también ha anunciado que se reducirá la hora de cierre de los establecimientos y terrazas situados en la plaza de los Jardines del Mediterráneo de Sants-Montjuïc. De este modo, los locales tendrán que cerrar a las 1:30 horas entre semana ya las 2 horas los viernes, sábados y vísperas de festivos, mientras que en cuanto a las terrazas, el cierre se adelantará hasta las 23 horas entre semana y viernes, sábados y vísperas de festivo hasta las 24 horas.
Estas restricciones para reducir el ruido en los distritos de Gràcia y Sants-Montjuïc se suman a las que se anunciaron en cuatro zonas de Ciutat Vella. En las calles de Joaquín Costa y de los Escudellers y las plazas de Àngels y de George Orwell avanzan el cierre de restaurantes, terrazas y supermercados y se limita el número de personas por mesa.
A principios de agosto, el Ayuntamiento también adelantó una hora el cierre de las terrazas de bares y restaurantes en la calle Enric Granados, considerada zona acústicamente tensionada en horario nocturno (ZATHN).
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