Así será la nueva, y futurista, estación de Sants en Barcelona

Las últimas obras de remodelación de la estación de Sants se remontan al periodo 2004-2008, con la llegada del AVE a Barcelona. Desde entonces, sin embargo, el espacio se ha quedado pequeño. Demasiadas líneas de metro, demasiadas Cercanías y demasiados trenes. Como también se han ido degradando las dos plazas que le rodean, la de los Països Catalans y la Joan Peiró. Por ello, Adif y el Ayuntamiento de Barcelona han cerrado un proyecto para ampliar y remodelar la estación que implicará “una transformación total” de esta infraestructura, que también incluye los accesos a las vías y crear todo un entorno verde en torno a la nueva estación.

Así las cosas, la estación de Sants dejará de ser un espacio oscuro, antiguo y cerrado para convertirse en un edificio abierto, más amplio, luminoso, eficiente energéticamente y preparado para absorber el incremento de tráfico ferroviario de los próximos años. Adif prevé una transformación en seis años que se hará en dos fases: la primera empezará en el 2023 y se alargará hasta el 2026, y la segunda está previsto que acabe en el 2030. Todo ello, con un presupuesto inicial de 410 millones de euros, de los que los 130 millones de la primera fase provendrán de fondos europeos.

En su interior, el vestíbulo sorprenderá por la luz natural que se filtrará a través de la cubierta y también de las fachadas, que serán abiertas y transparentes. Se creará un nuevo vestíbulo para acceder al metro y habrá cuatro salas para los viajeros, dos para alta velocidad y dos para Cercanías. La estación, además, dispondrá de una ludoteca pública (prevista en la primera fase del proyecto) y un espacio para eventos culturales.

El anteproyecto también incluye una nueva cubierta sobre la estación donde se ubicarán oficinas, establecimientos de restauración y tiendas. Precisamente, en esta cubierta se dedicarán 14.000 m2 a la instalación de placas fotovoltaicas.

La transformación de la estación de Sants se completa con una remodelación también integral de la plaza de los Països Catalans. Una “deuda histórica”, según Adif, que ahora quiere compensar presentando un proyecto ambicioso para convertir la plaza en un espacio rodeado de verde. La plaza mantendrá el espacio dedicado a los patinadores y recuperará parte de los elementos originales, que hicieron que ganara un premio FAD de Arquitectura en 1983, como las fuentes de agua. Sin embargo, la intención es que deje de ser la plaza dura actual para convertirse en un espacio de estancia agradable con una zona de juegos infantiles. También en la segunda fase, se creará el Bosque Viriat, una zona de árboles en la calle del mismo nombre, una vez que la estación de autobuses se pueda trasladar a la plaza de España.

La estación, por lo tanto, se ampliará hacia el Eixample. Desaparecerán los 4 carriles de circulación integrando la plaza de los Països Catalans en la actual estación y sólo se permitirá el tráfico de vehículos por la banda de mar. El lado de montaña por donde ya no se podrá circular, se hará un espacio arbolado, con zonas para pasear y jugar, y también con un nuevo espacio para los skaters. En el interior, se harán cuatro nuevas salas para viajeros: dos dedicadas a la alta velocidad y dos para cercanías, con mayor capacidad y confort.

También desaparecerá la actual estación de autobuses, que pasará de la calle Viriat a la Plaça Espanya, en un espacio soterrado. Toda la zona de aparcamiento será, de hecho, enterrada, tanto para autocares y autobuses como para taxis y vehículos particulares.