¿En qué lugar de Barcelona se hizo la primera fotografía de España?

La Historia de la humanidad está llena de invenciones. Con el paso de los siglos las personas han descubierto todo tipo de elementos que, incluso, han sido capaces de modificar por completo sus vidas.

Seguramente si pensamos en el más reciente lo primero que surge en nuestras ideas es internet. Sin embargo, ha habido otros inventos en la Historia reciente que fueron considerados hasta brujería.

Los humanos hemos sentido devoción desde tiempos lejanos por inmortalizar momentos de nuestras vidas. Pinturas rupestres o retratos de la realeza son dos de los mejores ejemplos que nos han permitido saber cómo vivían nuestros antepasados. No obstante, en el siglo XIX llegó la auténtica revolución para los humanos con el invento de la fotografía.

La fotografía en España

Barcelona es una de las ciudades más visitadas en todo el mundo. Actualmente la Ciudad Condal es todo un referente turístico a nivel mundial por lo que es un escenario idóneo para millones de fotografías. La Sagrada Familia, las Ramblas o la Pedrera son solamente tres de los múltiples lugares conocidos en la capital catalana.

Sin embargo, hay un enclave que cuenta con un gran evento dentro de la fotografía española. Barcelona fue, así, el primer lugar de España donde se hizo una fotografía allá por el 10 de noviembre de 1839.

Ese día gracias a la técnica del daguerrotipo Ramón Alabern i Moles dio un paso de gigante para la Historia de la fotografía española. Desde el tejado de un edificio tomó la primera instantánea en España de la actual Pla de Palau de Barcelona. En ella se puede observar la casa Xifré a la izquierda y el Palacio de la Lonja de Mar en el lado opuesto. Además, en la fotografía también se puede disfrutar de cómo era un día en la Ciudad Condal en 1839. Entre otros se observan sombreros de copa o los carruajes que transitaban las calles de la capital catalana.

Tras la fotografía tomada por Alabern ocho días después se realizó otra en Madrid. Así, estas fueron extendiéndose en otros lugares en poco más de dos o tres años. Los primeros daguerrotipos eran vistas exteriores de ciudades y monumentos debido al largo tiempo de exposición que se requería. Sin embargo, a principios de la década siguiente se empezaron a tomar retratos de personas y otros elementos entraron en este arte. Hoy en día, en cambio, cualquiera lleva una máquina de fotos en el bolsillo que permiten inmortalizar toda nuestra vida.