Previsión
¿Qué tiempo hará en Barcelona en el largo Puente de Diciembre?
El frío ha llegado para quedarse, especialmente a partir del próximo fin de semana del 3 y 4 de diciembre
El frío invernal ha llegado para quedarse y será uno de los protagonistas de este largo Puente de Diciembre, la última colección de festivos del año al margen de la Navidad. El 6 y 8 de diciembre caen en martes y jueves, por lo que es posible enlazar varios días libres para descansar o hacer alguna escapada antes de las vacaciones.
Pero, ¿qué tiempo hará en Barcelona en el Puente de Diciembre? Empezando por el fin de semana previo, el del 3 y 4 de diciembre, se espera un descenso notable de los termómetros e incluso algunas lluvias en Cataluña. Según las predicciones actuales del Meteocat, los chubascos llegarían entre este primer sábado y domingo, protagonizarían un parón a inicios de semana y volverían el miércoles 7, justo en medio del Puente.
De hecho, la llamada “bestia del este” -una borrasca que achecha la zona de Levante- golpeará ligeramente Barcelona a lo largo de este primer fin de semana con una bajada de las temperaturas que se dejará notar a orillas del Mediterráneo catalán.
Para el Puente se espera que la temperatura mínima media bordee los 10 grados en la capital catalana, mientras que la máxima oscilará entre los 15 y 18 grados durante el día. Las mínimas caerán incluso por debajo de los cero grados en el Pirineo, con picos de entre 4 y 7 grados en Barcelona y algunos puntos del área metropolitana e interior de Cataluña.
Por su parte, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo, pronostica que la semana del 5 al 11 de diciembre podría ser más lluviosa de lo habitual en el sur y este de la Península.
Un nuevo episodio meteorológico que llega coincidiendo con la alerta por sequía en el sistema Ter-Llobregat, la cuenca que abastece al área metropolitana de Barcelona, y el embalse Darnius Boadella.
Así, las restricciones de agua han llegado ya a 514 poblaciones de 27 comarcas y afectarán a 6,7 millones de ciudadanos, entre ellos los de Barcelona y toda el área metropolitana, aunque no afectan al consumo de agua de boca y sí a su uso agrícola y ornamental.
Ante la falta de lluvias de los últimos meses, las reservas de los embalses han continuado descendiendo, con el sistema Ter Llobregat al 34% (207 hectómetros cúbicos) y el de Darnius Boadella al 33% (20 hectómetros cúbicos).
La Generalitat no prevé que los episodios de lluvias previstos para este mes de diciembre puedan aliviar la situación y pone el foco en los temporales de enero. Eso sí, desde el Govern reclaman a la ciudadanía que adapte sus hábitos para contribuir al ahorro de agua ante la situación “compleja y difícil” que hay en Cataluña. También advierten de que la frecuencia y la intensidad de las sequías empeorará en el futuro.
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