Los fantasmas del metro de Barcelona: un siglo de leyendas urbanas

Las leyendas urbanas del metro de Barcelona han sido parte de la cultura popular de la ciudad durante décadas. Estas historias inquietantes y misteriosas se han transmitido de generación en generación y han sido una fuente de entretenimiento y curiosidad para los habitantes de la ciudad. Aunque muchas de ellas se han perdido paulatinamente en los casi 100 años de historia del metro.

Una de las leyendas más conocidas del metro de Barcelona es la de la estación fantasma que, se dice, fue cerrada debido a un incendio, y que los trabajadores y los viajeros que murieron en el fuego todavía rondaban los túneles del metro. En su día los barceloneses aseguraban haberlos oído. Suele decirse que esta estación se corresponde con la de Gaudí, una parada que, pese a estar construida, nunca entró en funcionamiento.

Es muy difícil encontrar trabajadores que estén dispuestos a trabajar en la estación de Rocafort (Línea 1) durante la noche. Y no es para menos, ya que suceden cosas muy extrañas en este lugar. Hace algunos años, hubo una serie de suicidios inexplicable que alarmó a los trabajadores, con cuatro casos en un mes. Después de este suceso, los jefes de estación reportaron ver personas caminando entre las vías en las pantallas de vigilancia, a pesar de que el acceso al público estaba cerrado y el último tren había pasado hace tiempo. Sin embargo, después de una inspección, no se encontró a nadie en el lugar.

Otra leyenda popular es la del vagón fantasma, un tren blanco, que se dice que recorre los túneles del metro de Barcelona en plena noche. Este vagón estaba habitado por espíritus de personas que murieron en el metro, y que la gente que entra en el vagón nunca vuelve a salir. Esta leyenda ha sido objeto de muchas historias de terror y ha sido popular entre los jóvenes de la ciudad durante muchos años.