Municipal
"Barcelona es insegura, sin vivienda asequible y con el comercio en crisis"
El presidente del PP en el Ayuntamiento, Daniel Sirera, alerta de la situación de la capital catalana
Barcelona atraviesa una etapa crítica. Así lo denunció Daniel Sirera, presidente del PP en el Ayuntamiento, en su reciente conferencia «La Millor Barcelona», donde dibujó un panorama marcado por la inseguridad, la imposibilidad de acceder a una vivienda asequible, el caos en la movilidad y la crisis del pequeño comercio. Este diagnóstico, que Sirera recogió tras recorrer los 73 barrios de la ciudad, fue el eje central de su intervención, en la que reclamó un cambio de rumbo radical para devolver a Barcelona el liderazgo y la ambición perdidos.
Sirera fue tajante: «Barcelona es una ciudad insegura». Los datos avalan su preocupación. En 2024, los hurtos volvieron a ser el delito más frecuente, con más de 5.400 detenciones, de las cuales más del 90% correspondieron a ciudadanos extranjeros. La multirreincidencia y el aumento de la delincuencia han convertido la inseguridad en una de las principales inquietudes de los vecinos. El metro, en particular, se ha transformado en un «paraíso para los delincuentes», según Sirera, quien reclama un plan de choque con más presencia policial, incremento de vigilantes y la instalación de cámaras de videovigilancia en toda la red.
El líder popular también denunció la proliferación de la ocupación ilegal, con 29 edificios municipales ocupados, y exigió una ley que permita desalojar a los okupas en 24 horas. «El Ayuntamiento debe estar al lado de quienes sufren la ocupación y no de quienes ocupan», insistió.
La falta de vivienda asequible es otro de los dramas que vive la ciudad. Barcelona se ha convertido en «zona cero» del dilema europeo de la vivienda, con precios que suben mucho más rápido que los salarios y una décima parte del parque inmobiliario en manos de fondos de inversión o destinado a alquiler turístico. Sirera rechaza las medidas del gobierno municipal, como la expropiación de pisos turísticos o la reserva del 30% para vivienda protegida, y propone en su lugar la cesión de suelo público a empresas privadas para construir alquiler asequible, la transformación de oficinas en viviendas y avales públicos para jóvenes.
Movilidad
A la inseguridad y la vivienda se suma el caos en la movilidad. En 2025, Barcelona vive un proceso de transformación urbana sin precedentes, con más de 200 obras simultáneas que afectan al tráfico y a la vida cotidiana en numerosos barrios. Sirera apuesta por una movilidad más eficiente, sin «declarar la guerra al transporte privado», y exige acelerar la construcción de infraestructuras clave como la Línea 9 del metro y la ampliación del aeropuerto.
El pequeño comercio y los mercados municipales, tradicionalmente el corazón de la vida de barrio, atraviesan una crisis profunda. El éxodo de jóvenes, el envejecimiento de la población y la falta de actividad económica han vaciado muchos mercados de la periferia, mientras que en el centro se resisten gracias a la digitalización y la inversión pública. Sirera propone convertir Barcelona en la Capital europea del comercio de proximidad, revitalizar los mercados y eliminar trabas burocráticas que lastran a los emprendedores.
Frente a este escenario, Sirera presentó un modelo alternativo basado en tres ejes: seguridad, prosperidad y conectividad. Propone más policía y tolerancia cero con la delincuencia, incentivos fiscales y reducción de impuestos para familias y comercios, y una apuesta decidida por la colaboración público-privada para generar vivienda y empleo. «Barcelona no está condenada a la decadencia», afirmó. «El cambio es posible con liderazgo, sentido común y rigor». La conferencia concluyó con una apelación a la ciudadanía: «Barcelona merece más. No podemos resignarnos a ver cómo la ciudad pierde su alma y su ambición».