Contaminación

La calidad del aire de Barcelona está todavía lejos de los objetivos de la OMS de 2030,

Sin embargo, la calidad del aire de la ciudad alcanza las mejores cifras de NO2 desde que hay registros

Vista de Barcelona durante un episodio de alta contaminación
Vista de Barcelona durante un episodio de alta contaminaciónEnric FontcubertaAgencia EFE

Barcelona registró en 2023 los mejores niveles de media anual de dióxido de nitrógeno (NO2) en la ciudad desde que se tienen registros, según constata el informe «Evaluación de la calidad del aire 2023» de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB), presentado hoy por la primera teniente de alcalde de Barcelona, Laia Bonet; la concejal de Salud, Marta Villanueva, y el jefe del Servicio de Calidad e Intervenciones Ambientales de ASPB, Marc Rico.

El informe indica que la exposición de la población barcelonesa al contaminante atmosférico NO2 fue de 26 microgramos por metro cúbico en 2023, un registro 5 puntos inferior respecto a los 31 microgramos por metro cúbico de 2022 y 14 respecto a los 40 microgramos detectados en la primera medición registrada en 2018.

También detecta que las partículas en suspensión PM10 y PM2,5, que proceden de fuentes de contaminación diversas en las que el tráfico tiene una contribución menor, «se mantienen en niveles estables» desde 2013.

Bonet ha explicado que Barcelona cumple «por primera vez con todos los límites legales en términos de calidad de aire vigentes».Sin embargo, el informe demuestra que, a pesar de los mejorados resultados a lo largo de los años, los registros de contaminación de Barcelona todavía están lejos de los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el 2030, y de hecho están muy por encima de los niveles establecidos –una normativa que fija en un máximo de 20 microgramos de NO2 y 10 de PM2,5–.

Aunque no han avanzado qué medidas se prevén para cumplir con la normativa europea, Bonet aseguró que las decisiones no se tomarán de manera unilateral, sino que el consistorio buscará «el consenso».

La teniente de alcalde ha querido atribuir la mejora de la calidad del aire de Barcelona a la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que considera que ha sido una «política clave», así como conseguir que el número de vehículos con etiqueta ECO supere por primera vez al de la etiqueta B este 2023.

Bonet ha insistido en que la mejora del aire se debe a un conjunto de medidas del Ayuntamiento, entre las que también están la descarbonización del transporte público, la apuesta por la ‘Ciutat 30’, la reducción de la velocidad, el impulso del uso de la bicicleta y la pacificación de calles y ámbitos de la ciudad.

Por su parte, Villanueva ha explicado que la contaminación del aire es el factor ambiental que «más perjudica» la salud de la población y que la exposición crónica aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, respiratorias y neurodegenerativas, afectando a todas las etapas de la vida.

La concejal de Salud, además, ha dicho que la mejora de la calidad del aire tiene «consecuencias directas» sobre la salud de la población barcelonesa, y que el impacto sobre la salud atribuible a la contaminación en el período 2020-2023 es un 32% inferior al estimado durante 2018-2019. Según las estimaciones de la ASPB, si Barcelona cumpliera con los futuros límites legales, el impacto negativo de la contaminación en la salud se reduciría un 38% más.

Por último, Rico ha afirmado que el informe confirma la tendencia a la reducción del NO2, «muy relacionado con la contaminación del tráfico», por lo que las zonas con niveles más elevados se ubican en el centro, las rondas y las principales vías de acceso motorizado.

El informe se basa en las mediciones de 10 estaciones de la ciudad, siete de ellas automáticas que miden los contaminantes en continuo y otras tres que recogen datos con captadores manuales semanalmente.