Los Mossos d'Esquadra arrestaron el pasado 7 de julio a Pepe Motos, exportero de waterpolo que participó en el Mundial de Budapest 2017, tras una denuncia por presunta grabación ilegal a menores en las instalaciones del Club Natació Terrassa.

Respuesta inmediata del club

El CN Terrassa activó de inmediato sus protocolos de protección infantil y notificó los hechos a las autoridades. En un comunicado publicado en su web contundente, el club condenó "rotundamente cualquier acción que atente contra la seguridad e integridad de las personas", especialmente menores, y prohibió el acceso a sus instalaciones al exjugador, quien ya no formaba parte de la entidad cuando ocurrieron los hechos.

Las autoridades mantienen abierta la investigación mientras analizan las pruebas recogidas. El club ha ofrecido su total apoyo a las familias afectadas y colabora estrechamente con las fuerzas de seguridad para esclarecer lo ocurrido.

En España, la grabación no consentida a menores constituye un delito grave con penas de prisión. Este caso ha conmocionado al mundo del deporte, poniendo en tela de juicio los sistemas de seguridad en instalaciones deportivas. Expertos jurídicos señalan que podría derivar en una revisión de los protocolos de protección en clubes y federaciones.