Falta de lluvia
Sequía: Barcelona se plantea cortes domésticos y rebajar la presión del agua
El Ayuntamiento denuncia que algunos municipios duplican el consumo máximo por habitante decretado por la Generalitat
El Ayuntamiento de Barcelona ya ha implementado medidas extremas en su plan de emergencia para hacer frente a la sequía, que incluyen la regulación del uso del agua corriente en caso de necesidad. En el peor escenario, se plantea la posibilidad de reducir la presión del agua en la red o realizar cortes parciales del suministro durante ciertas horas del día. Estas medidas se han dado a conocer por el concejal de Emergencia Climática de Barcelona, Eloi Badia, en un artículo de 'La Vanguardia'.
Desde principios de marzo, se han impuesto restricciones en el uso del agua en Cataluña debido a la fase excepcional de alerta por sequía. En Barcelona, se han prohibido el riego de jardines públicos y privados, así como la limpieza de calles y edificios con agua potable. Además, se permite llenar parcialmente las piscinas de agua dulce, pero algunos lagos urbanos ya han empezado a vaciarse.
La reducción de la presión del agua afectaría especialmente a los pisos más altos, mientras que los pisos más bajos apenas notarían la medida. Eloi Badia, que también es vicepresidente de Ecología del Área Metropolitana de Barcelona, muestra su preocupación por los municipios que superan las dotaciones de agua fijadas por el gobierno, que son de 230 litros por persona y día. "Barcelona está a 170 litros", afirma Badia, pero asegura que hay municipios que superan los 500 litros.
Los embalses de las cuencas internas de Cataluña se encuentran en un 27% de su capacidad, y se declarará una situación de emergencia cuando el volumen baje hasta el 17%. Los embalses que abastecen a la provincia de Barcelona están en una situación aún más preocupante, con una capacidad media del 15,69%. El embalse más crítico es el de Sau, que solo tiene un 6,91% de capacidad de los 165,26 hectómetros cúbicos de agua que puede albergar. Los otros embalses tienen más del 25% de volumen, como el de Susqueda, que está al 40,75%. El agua potable de Barcelona procede en su mayoría de las cuencas de los ríos Ter y Llobregat, mientras que la desalinizadora del río Llobregat y la de la Tordera aportan una pequeña cantidad.
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