
Municipal
Los socorristas entran en la segunda semana de huelga sin acuerdo
Los trabajadores denuncian el desgaste de la plantilla y reclaman al Ayuntamiento un convenio propio para garantizar la seguridad en las playas

La huelga indefinida de los socorristas de las playas de Barcelona, iniciada el 1 de agosto de 2025, continúa sin resolverse después de trece días de paros y de una segunda ronda de mediación que concluyó sin acuerdo. El colectivo, representado por el sindicato CGT, denuncia una estrategia de «desgaste de la plantilla» por parte del Ayuntamiento y exige la apertura inmediata de una mesa de diálogo que permita alcanzar una solución.
El martes 12 de agosto se celebró la segunda reunión de mediación convocada por el Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat, con la participación del Ayuntamiento, la empresa concesionaria FCC Medio Ambiente y los representantes de los socorristas. Sin embargo, la reunión concluyó sin avances, ya que los trabajadores aseguran que ni el consistorio ni la empresa presentaron propuestas serias que atendieran sus demandas. Según el sindicato, «ni la empresa FCC ni el Ayuntamiento han llevado ninguna propuesta seria que frene nuestras convicciones».
Los socorristas señalan además que las medidas propuestas anteriormente continúan dejando el servicio en una situación de precariedad, lo que afecta directamente a la seguridad de los bañistas y a las condiciones laborales del colectivo. Entre las demandas de los trabajadores se encuentran la creación de un convenio propio que regule sus condiciones laborales, la ampliación de la temporada laboral a cinco meses, del 1 de mayo al 30 de septiembre, frente a los tres meses y medio actualmente ofrecidos, el incremento del personal en temporada baja de 30 a 40 trabajadores, así como la mejora de los recursos, la formación y la rehabilitación de los locales de trabajo en las playas. Estas demandas buscan garantizar la seguridad de los bañistas y mejorar las condiciones de trabajo de los socorristas.
El sindicato ha advertido que la solución «solo llegará cuando quienes tienen la responsabilidad política den la cara» y ha reclamado que si los cargos actuales no están dispuestos a asumir su responsabilidad, dimitan. Por su parte, el teniente de alcalde de seguridad y alcalde accidental de Barcelona, Albert Batlle, se pronunció sobre el conflicto asegurando que «no hay desatención en situaciones de emergencia» y descartó la posibilidad de cerrar alguna de las playas de la ciudad, afirmando que se mantendrán los servicios mínimos.
Batlle expresó además su confianza en que la mediación pueda desencallar el conflicto en los próximos días, aunque hasta el momento los avances han sido mínimos y las negociaciones continúan estancadas. Mientras tanto, las playas de Barcelona siguen operando con servicios mínimos del 50%, lo que se traduce en que muchas de ellas ondean la bandera amarilla y algunas casetas de salvamento permanecen cerradas. La situación se complica con la llegada de la ola de calor, que aumenta la afluencia de bañistas y, por tanto, el riesgo de incidentes. Los socorristas han alertado de que la falta de personal y recursos puede poner en peligro la seguridad en las playas, y subrayan que la prolongación de la huelga podría agravar la situación en plena temporada de verano. A pesar de los esfuerzos institucionales, la percepción del colectivo es que las medidas hasta ahora planteadas son insuficientes y no responden de manera adecuada a sus reivindicaciones, lo que mantiene la tensión entre trabajadores, Ayuntamiento y empresa concesionaria. La falta de acuerdo ha generado además un clima de incertidumbre entre los bañistas y los turistas, que encuentran servicios limitados en las playas más concurridas de la ciudad. Los socorristas consideran que la seguridad debe ser una prioridad y que solo mediante un diálogo serio y una negociación efectiva se podrá garantizar la protección de los usuarios y mejorar sus condiciones laborales.
Ausencia de protestas
Mientras el conflicto se prolonga, el Ayuntamiento asegura que se siguen haciendo esfuerzos para encontrar una solución, pero la ausencia de propuestas concretas que satisfagan a ambas partes hace prever que la huelga podría continuar varios días más. La mediación, que debía servir como mecanismo para acercar posturas, no ha logrado hasta ahora resolver los principales puntos de conflicto, y los trabajadores mantienen su postura firme de no levantar la huelga hasta que se atiendan sus demandas esenciales.
En este contexto, la tensión entre las partes sigue siendo evidente y la presión sobre las autoridades municipales aumenta, ya que los socorristas apelan directamente a la responsabilidad política para lograr un acuerdo que ponga fin a la situación. La prolongación del conflicto no solo tiene consecuencias laborales, sino que también podría afectar a la imagen de la ciudad como destino turístico.
✕
Accede a tu cuenta para comentar