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Las bases de Puigdemont piden por amplia mayoría bloquear la investidura de Sánchez

El 75% de los afiliados del Consejo de la República que han votado (3.000 personas) reclaman a Junts y ERC no apoyar a Sánchez

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont
El expresidente de la Generalitat, Carles PuigdemontEuropa Press

Fuerte revés de las bases de Carles Puigdemont a una hipotética investidura de Pedro Sánchez. El 75% de los afiliados del Consell de la República que votaron en una encuesta interna (3.000 fieles) reclaman de forma nítida que el expresidente de la Generalitat y los partidos independentistas –Junts y Esquerra– no apoyen la candidatura del socialista a la reelección como presidente del Gobierno.

Un resultado claro y sin matices que llega justo el día en que Sánchez y Yolanda Díaz hicieron público su acuerdo para reeditar el Ejecutivo de coalición.

En concreto, el «sí» al bloqueo institucional se impuso por goleada (74,9%, 3.009 votos) por delante del «no» (24,9%) en una consulta en la que tan solo participó un 4,4% del censo, un porcentaje muy bajo. En total, 4.021 asociados de los casi 100.000 de la entidad privada de Carles Puigdemont votaron en la consulta digital durante casi una semana.

Cifras que suponen un doble toque de atención para el expresidente de la Generalitat y dirigente posconvergente: además de cuestionar su viraje negociador con Sánchez, también evidencian la poca capacidad de movilización entre los afiliados del Consell de la República, con un 95% de los inscritos sin votar en una cuestión tan importante como la postura a adoptar ante la investidura por parte del independentismo.

La pregunta, impulsada por uno de los afiliados del organismo que logró el 1% de los avales, fue la siguiente: «¿El Consejo de la República debe promover el bloqueo a la investidura del presidente del Estado español por parte de los partidos independentistas catalanes?». En concreto, la votación empezó a las 9.00 horas del martes 17 de octubre y terminó este lunes a las 18.00 horas. Ayer se supieron los resultados, a media tarde y después de que Sánchez y Díaz escenificaran su pacto.

El impacto que tendrá el resultado sobre Puigdemont es una incógnita, puesto que el expresidente de la Generalitat negocia en nombre de Junts aunque forma parte del ente parainstitucional que organizó desde Bélgica como contrapoder de los partidos tradicionales.

De hecho, puede incluso no ser vinculante para el Consell de la República –ni para el propio Carles Puigdemont– aunque tendrá un fuerte contenido simbólico para el expresidente, que ha conocido de primera mano qué opinan sus bases sobre la llave de la gobernabilidad del Estado.

En este sentido, en el comunicado hecho público ayer, el organismo destacó que «una vez finalizada la votación y publicados los resultados, en cumplimiento con la decisión de los inscritos que han votado en esta consulta ciudadana, el Gobierno del Consell comunicará el resultado a las direcciones de los diferentes de los partidos independentistas catalanes de forma inmediata».

Es decir, el Consell de la República presidido por Puigdemont trasladará a Junts –cuyo principal negociador es él mismo pese a no tener cargos orgánicos en la cúpula del partido– y a Esquerra su apuesta por el bloqueo institucional, por no apoyar a Pedro Sánchez. Una paradoja en plenas negociaciones para la investidura que afecta especialmente a los posconvergentes y compromete su posición también ante los republicanos.

Más allá de difundir los resultados de la consulta, el Consell de la República declinó hacer comentarios al respecto y tampoco valoró las consecuencias que puede tener en el debate de investidura.

En este nuevo vodevil, hay que tener en cuenta también otro factor: esta vez no fue el Consejo de Gobierno, la cúpula que dirige Carles Puigdemont, el que promovió la votación sobre la investidura y la posición a adoptar ante la negociación de Junts y ERC. De hecho, entre los 90.142 registrados en el organismo, la persona que presentó la iniciativa logró los 1.064 avales que superan el mínimo que marca el reglamento interno del organismo.

El texto se registró el pasado 31 de julio por un afiliado cuya identidad no ha trascendido.

Un organismo a medida

Liderado desde Bélgica por Carles Puigdemont, el Consell por la República tiene por labor difundir el proceso soberanista en el exterior y está formado por la Asamblea de Representantes –una suerte de parlamento paralelo– y el propio Govern del Consell, si bien ahora llevará a cabo una reforma para adoptar una estructura bicameral, un cambio que solicitó Puigdemont por carta a sus afiliados.

Es más, en la consulta promovida para validar esta reestructuración, votaron más afiliados (un 7%) que los que han participado ahora para fijar la posición ante la investidura de Pedro Sánchez, otro dato a tener en cuenta.

Lo que pidió el expresidente de la Generalitat fue disolver la Asamblea para sustituirla por dos cámaras: una de representación de las secciones locales de la entidad; y otra integrada por juristas expertos, cuyo objetivo es elaborar una «legislación republicana». La reestructuración se validó la semana pasada, no sin cierto malestar interno por la figura de Toni Comín, el ex consejero de Sanidad que dirige el organismo junto a Carles Puigdemont.