Sector optimista

El buen tiempo llenará Barcelona y Cataluña de turistas esta Semana Santa

El fuerte crecimiento del 10 % de los precios no frenará una llegada masiva de visitantes

Playa de la Costa Dorada
Playa de la Costa Dorada Google

El buen tiempo lleva al sector hotelero catalán a ver con optimismo las perspectivas para la Semana Santa, en la que espera una buena ocupación tanto en zonas como la Costa Brava, donde puede rozar el 95 %, como en la Costa Dorada, y también en los alojamientos de turismo rural y en Barcelona, y todo ello pese a la elevada inflación.

La gerente de la Unión de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Costa Brava Centre, Judith Lloberol, ha explicado a EFE que la ocupación se situará alrededor del 95 % y que los precios en la zona han subido una media del 10 %.

Pese a que la subida de precios ha sido general en todos los destinos, un alza por debajo del que han tenido los costes, la gente no se desanima y, de momento, sigue saliendo a comer, a cenar y de vacaciones.

“Mucha gente también está pendiente de la climatología para decidir su destino a última hora”, ha apuntado Lloberol.

El gran número de eventos deportivos, campeonatos nacionales e internacionales de diferentes disciplinas y categorías volverá a llenar la demarcación de Tarragona de turistas la próxima Semana Santa, ya que, después de tres años, estos acontecimientos se pueden celebrar con total normalidad.

El portavoz de la Federación de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona, Xavier Guardià, ha explicado a EFE que el turismo deportivo ayuda mucho porque da “seguridad”, ya que se tiene que contratar con bastante antelación.

“Hablamos de unos 30.000 participantes que vienen acompañados de sus familias, lo que ha convertido a este turismo en un producto muy importante”.

Guardià prevé que la ocupación de jueves a lunes puede ser del 70-75 % y, en los días festivos, podría llegar al 90 %, con el 100 % de campings y aproximadamente el 75 % de los hoteles abiertos.

La sensación es que la zona ya estará a niveles de 2019, el año antes de que empezara la pandemia, aunque este dato no se podrá confirmar hasta última hora.

Según Guardià, la Costa Dorada siempre ha sido un “buen destino” a partir de Semana Santa, básicamente para catalanes, resto de españoles y franceses, mientras que este año la touroperación inglesa e irlandesa empieza justo cuando acaba la Semana Santa.

Además y desde la apertura de Port Aventura, la zona se ha convertido en un potente reclamo para los viajes de fin de curso, que suelen incluir uno o dos días en el parque temático y el resto para visitar culturales y playas.

Pese a que la zona ha perdido a los turistas rusos, su tercer mercado internacional después del francés y el británico, por la pandemia y después por la guerra en Ucrania, el resto de nacionalidades ha ido ocupando el espacio dejado por el mercado ruso, tanto por parte de los españoles, como de franceses o británicos.

También hay mercados más pequeños, como el irlandés, que están registrando crecimientos anuales del 30 %.

Guardià no prevé este año tanta dificultad como el año pasado para encontrar trabajadores, ya que muchos de los que durante la pandemia cambiaron de actividad están volviendo al sector.

PENDIENTES DEL TIEMPO EN EL PIRINEO

Los que también están pendientes del tiempo son los turistas del Pirineo, tanto los esquiadores como los senderistas.

“Hay poca nieve y los esquiadores están pendientes de si se puede subir a hacer la última esquiada de la temporada”, ha explicado el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau.

De momento y en declaraciones a EFE, Castellarnau prevé una ocupación de entre el 30 y el 35 % hasta el jueves y, desde entonces y hasta el final de las vacaciones, de entre un 85 y un 90 %.

Como el resto del sector, están pendientes de las reservas de última hora, ya que al tratarse de un turista de proximidad que viaja en coche no ve la necesidad de programar con demasiada antelación su viaje.

Este invierno, los hoteleros del Pirineo han notado cierta recuperación, ya que la gente tenía ganas de salir. “Veremos cuanto dura porque la economía no vive su mejor momento”, ha añadido Castellarnau.

El turismo rural es otro de los clásicos de Semana Santa y, según explica a EFE, Montse Coberó, de la Confederación del Turismo Rural y Agroturismo de Cataluña (Turalcat), casi todas las casas de la asociación ya están reservadas para los festivos de Semana Santa.

Estamos ante ocupaciones similares a las del año pasado y también a las de 2019, ya que el turismo rural fue uno de los primeros en recuperarse de la pandemia.

La ocupación del sector se sitúa entre un 60 y un 70 % en los fines de semana normales, lo que Coberó considera “aceptable” y ya ha notado que hay mucha demanda para Sant Joan.

Las estimaciones de ocupación del Gremio de Hoteles de Barcelona para la Semana Santa son del 87 %, según su director general, Manel Casals, algo superior al 85 % registrado el año pasado.

“Es una buena noticia porque reafirma la recuperación turística de Barcelona y que la ciudad sigue siendo una marca reconocida y competitiva a nivel internacional”, ha apuntado.