Cae un grupo criminal por tráfico de personas y explotación laboral en supermercados

Los Mossos d’Esquadra han liberado a cuatro víctimas de tráfico de seres humanos y 14 más por explotación laboral en supermercados de Cataluña, la mayoría en la comarca del Maresme y Barcelona. Así lo ha explicado hoy en rueda de prensa el jefe de la Unidad Central de Tráfico de Seres Humanos de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra, Luís Moreno.

En esta, Moreno ha detallado que, a raíz de la investigación policial, han detenido a seis personas, de entre 30 y 40 años, y que el presunto jefe del grupo criminal ha ingresado en prisión provisional, mientras que los otros cinco están en libertad con cargos.

La investigación se inició en marzo del año pasado, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una presunta organización criminal liderada por un empresario que presuntamente explotaba laboralmente a otras personas en varios supermercados. Este grupo gestionaba 16 establecimientos comerciales –14 de ellos ya cerrados– que operaban como franquicias de marcas conocidas del sector y que estaban ubicados en diferentes localidades de la demarcación de Barcelona y Girona. Trabajaban en condiciones «de esclavitud, salarios bajos o inexistentes», y en entornos poco saludables. Además, se alojaban en los mismos supermercados en los que trabajaban.

Los agentes realizaron dos entradas y registros en casas; cuatro entradas en establecimientos comerciales; 12 inspecciones en locales y en otros locales que utilizaban como despacho. Durante las inspecciones, identificaron a más de 30 trabajadores, y los agentes determinaron que «existían indicios suficientes para considerar que cuatro de ellas eran víctimas de tráfico de seres humanos y 14 más de explotación laboral». Los integrantes de esta organización criminal eran miembros de la misma familia, y tenían una infraestructura de sociedades mercantiles vinculadas a los establecimientos investigados.

Algunas de las víctimas habían sido captadas en el país de origen, Pakistán, «engañadas por algún miembro de la organización, que les guiaba hasta Cataluña y entraban ilegalmente en el territorio». Una vez ahí, los captadores las dejaban bajo la tutela de las diferentes organizaciones criminales de tráfico de personas. Moreno recordó que, para que haya un delito de tráfico de seres humanos, primero los integrantes del grupo hacen una captación de personas vulnerables; «las engañan, las compran o las intimidan y las trasladan a Cataluña, donde las explotan laboralmente».

Sobre el perfil de las víctimas, Moreno ha detallado que son personas de cierta edad. Una de las de tráfico de personas es un hombre de 50 años que lleva cinco trabajando en Cataluña. Fue captado en Pakistán con un engaño y dejó a sus cuatro hijos allí: «Le prometieron estabilidad laboral que nunca tuvo, y una serie de recursos».

Además, aseguró que no es un caso aislado. «Desde 2022 llevamos tres casos casi calcados. Hoy en día es fácil conseguir franquicias de grandes marcas comerciales y son un sitio perfecto para explotar laboralmente, porque están abiertas muchas horas».