Cataluña sufre un ciberataque cada dos horas y media

Cataluña se blinda ante el aumento imparable de las amenazas digitales. La Generalitat ha presentado un ambicioso plan de ciberseguridad que contempla una inversión sin precedentes de 18,6 millones de euros hasta 2026, con el objetivo de proteger sus infraestructuras críticas, servicios públicos y ciudadanía frente al creciente volumen de ataques digitales: hoy en día, la administración catalana sufre una ofensiva informática cada dos horas y media.

La estrategia, liderada por la Agència de Ciberseguretat de Cataluña con el respaldo del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) y financiada con fondos europeos Next Generation, se articula en torno a 27 actuaciones que giran en torno a siete grandes ámbitos: salud, administraciones locales, sistemas críticos, pymes tecnológicas, formación de talento, cultura digital y nuevas tecnologías.

Uno de los pilares del plan es el refuerzo del sistema sanitario, blanco preferente de los ciberdelincuentes, que en 2023 recibió más de 1.200 millones de intentos de ataque. Se evaluará el nivel de exposición de los 68 hospitales públicos del Siscat y 21 centros de atención primaria piloto, que deberán adaptarse al Esquema Nacional de Seguridad. También se desplegarán medidas en los centros sociosanitarios y de salud mental.

En paralelo, se realizará un diagnóstico exhaustivo de los cerca de 400 sistemas digitales más sensibles de la Generalitat, que dan soporte a servicios tan esenciales como la salud, la seguridad o la gestión de datos personales. A partir de ese análisis, se diseñará un plan para reducir su vulnerabilidad.

La estrategia también alcanzará a los municipios de más de 50.000 habitantes, las diputaciones, consejos comarcales y el Conselh Generau d’Aran. Todas estas administraciones deberán adaptarse a los estándares de seguridad digital y contarán con el apoyo de una oficina especializada que impulsará su transformación digital y ofrecerá formación y recursos.

En el ámbito empresarial, el foco estará en las pequeñas y medianas empresas del sector TIC, que recibirán asesoramiento para cumplir con las normativas y mejorar sus niveles de ciberprotección, especialmente en lo que respecta a la cadena de suministro.

La ciudadanía también tendrá un papel clave. Se impulsará un asistente virtual con recursos para identificar fraudes y reforzar la cultura digital, así como campañas para sensibilizar a la población sobre los riesgos en la red. Para hacer frente a la creciente escasez de profesionales del sector —se estima que en Cataluña faltan más de 13.000 expertos en ciberseguridad—, en junio de 2026 se lanzará la Ciberacadèmia, una plataforma formativa online dirigida a perfiles que busquen reciclarse o reorientar su carrera.

Además, se pondrá en marcha un centro demostrador de tecnologías emergentes con especial atención a la ciberseguridad postcuántica, ante el potencial de estas nuevas tecnologías para romper los sistemas de cifrado actuales. Entre sus tareas estarán el desarrollo de soluciones resistentes a los ataques cuánticos y la preservación segura de pruebas digitales.

Durante el pasado año, la Agència de Ciberseguretat gestionó más de 3.300 incidentes —un 26% más que el año anterior— y detectó cerca de 7.000 millones de ataques a sistemas catalanes. Con esta hoja de ruta, el Govern aspira no solo a contener esta escalada, sino a convertir Cataluña en un referente europeo en protección digital.