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Colau se salva a sí misma de la reprobación en el pleno por su gestión de Barcelona

La alcaldesa, sin embargo, no ha podido evitar la reprobación por la inseguridad en la capital catalana

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante el pleno del Ayuntamiento de Barcelona
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante el pleno del Ayuntamiento de BarcelonaAndreu DalmauAgencia EFE

A falta de tres meses para las elecciones pocos amigos quedan en el pleno municipal a estas alturas de la película. Así que se antoja como un buen momento para recurrir a las reprobaciones como fórmula política para desgastar al adversario y es lo que ha hecho buena parte de la oposición en el pleno municipal de esta mañana.

La de ERC, por ejemplo, ha resultado fallida. El pleno ha rechazado la propuesta de ERC de censurar la salida del gobierno del socialista Jaume Collboni y las divisiones entre los comunes y el PSC. El voto de calidad de la alcaldesa, Ada Colau, ha decantado hacia el no una votación que había quedado empatada con 18 votos favorables (ERC, Junts y Cs), 18 en contra (BComú y PSC) y cinco abstenciones (PP, Valents y la concejala no adscrita).

En el recuento de la votación, sin embargo, Colau ha admitido que si la propuesta hubiera hecho referencia sólo a la "frivolidad" de la renuncia de Collboni habría votado a favor, pero como el texto incluía reproches al gobierno municipal, ha optado por el no. El debate se ha vuelto contra el propio líder de ERC, Ernest Maragall, que ha recibido las críticas del resto de grupos por plantear esta reprobación, al mismo tiempo que ha facilitado la aprobación de los cuatro presupuestos del mandato, mientras los republicanos y Junts se sacaron los ojos, como se dice popularmente, hasta romper el gobierno de la Generalitat.

El republicano Ernest Maragall ha cerrado el debate con la expresión "Me confieso culpable" y lo ha atribuido a medidas que ERC ha promovido durante este mandato, como romper el techo de gasto para permitir incrementar el presupuesto municipal y la creación del recargo en el impuesto turístico. "Me confieso culpable, la ciudad tiene más recursos", ha sentenciado Maragall, que ha recriminado a los grupos fijarse en los desacuerdos a la Generalitat: "Yo hablo de ciudad".

Las críticas más severas a Maragall han llegado de ambos socios de gobierno. "Si ha habido un gobierno estable es el de Barcelona", ha espetado Laia Bonet (PSC) al líder de ERC, a quien ha situado como "primer damnificado" por la aparición de Xavier Trias en la carrera electoral. Desde BComú, Jordi Martí Grau ha recriminado a Maragall que "no es creíble" que después de ser "el socio principal" del gobierno ahora lo quiera reprobar.

Pese al voto favorable de Junts, Neus Munté ha calificado de electoralista la iniciativa de ERC, pero ha cargado también contra el gobierno municipal porque "no funciona". Paco Sierra (Cs) ha reprochado a Maragall el apoyo "a todas las políticas de Colau", una crítica que también han hecho Josep Bou (PP) y Eva Parera (Valents), que a pesar de criticar la salida del gobierno de Jaume Collboni han dicho que no era necesario también reprobarlo.

Seguridad

La siguiente reprobación contra la alcaldesa, como máxima responsable de las políticas de seguridad del Ayuntamiento, sin embargo, ha salido adelante. La propuesta que ha presentado Junts ha recibido el apoyo de todos los grupos de la oposición y el voto en contra de ambos socios de gobierno. El teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, ha defendido la acción de gobierno y ha sentenciado con dureza: "¡Barcelona no es el Bronx!".

Durante su intervención en el plenario, Batlle admitió que la ciudad tiene un problema de percepción pero no un problema de inseguridad. "No comparto la visión apocalíptica que hacen de Barcelona", ha afirmado el teniente de alcaldía para replicar los discursos de la oposición y les ha invitado a "pasear por la ciudad y disfrutar". Batlle ha lamentado el intento de estropear la imagen de Barcelona y ha dicho que en materia de seguridad se están utilizando expresiones "que no se corresponden con la ciudad".

El portavoz de Junts, Jordi Martí y Galbis, ha calificado de "pésimos" los resultados de las políticas de seguridad en este mandato. "Usted ha intentado hacer buen trabajo, no tiene la culpa de todo", ha apuntado Martí en alusión directa a Batlle, y ha añadido que la crítica va a "la responsable política de la seguridad, que es Ada Colau". El resto de grupos han hecho énfasis en "la percepción de inseguridad".