Collboni (PSC) corta de raíz el despilfarro de Colau con las ayudas económicas al top manta en Barcelonalona

“Es inadmisible que lo primero que vean a los turistas al llegar a Barcelona sean los manteros”, decía en el 2019 el teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle. Ese mismo verano el gobierno de comunes y socialistas prometía “intensificar y redoblar esfuerzos presupuestarios” por programas de inserción laboral que incluyeran a los manteros.

Cuatro años después, las cifras los desmienten. Los datos recopilados por Nació Digital detallan la desinversión en políticas sociales que afectan a los protagonistas de la venta ambulante. El gasto del primer mandato de Colau llegó a acreditar al menos la suma de 1.465.466 euros entre 2016 y 2019 en esta materia a través de Barcelona Activa.

Se destinaron, sobre todo, a los planes de empleo que daban una oportunidad laboral a manteros que carecían de papeles para que pudieran regularizar su situación administrativa consiguiendo un permiso de residencia y trabajo. Además, se ofrecieron cursos de asesoramiento y acompañamiento para la génesis de la marca Top Manta y el nacimiento de la cooperativa Diomcoop. Todo ello, sumando todas las vías citadas, dejaba el gasto municipal dirigido a ofrecer el empuje social a los manteros en 2,6 millones de euros. Los años siguientes, en cambio, todo cambiaría, y ya con el PSC de Jaume Collboni en el gobierno municipal el gasto se ha reducido hasta 900.000 euros.

“Desde 2017, el Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau ha dado a este colectivo, proveniente de una actividad ilegal, más de 1,5 millones de euros a través de tres convenios”, denunció este año la presidenta de Valents y candidata a la alcaldía de Barcelona en mayo, Eva Parera.

El 29 de diciembre de 2022, la comisión de gobierno del Ayuntamiento aprobó un convenio con Diomcoop por valor de 80.431,66 euros para la ejecución del proyecto Diambaar i tèxtil, noves oportunitats d’inserció laboral. La ayuda, dividida en 37.065,86 y 43.365,80 euros, es para los años 2022 y 2023.

Parera afirmó que, en julio de 2017, “la misma comisión de gobierno ya firmó un convenio con la cooperativa por 1.080.688,14 euros. En octubre de 2020, en plena pandemia, repitió la jugada y puso en la empresa de los ex manteros 384.277,22 euros”.

Cuando la alcaldesa y su equipo alcanzaron el gobierno municipal, en junio del 2015, en Barcelona había unos 400 manteros. Un año después, 800. Y, antes de las últimas elecciones municipales, unos 2.000.

Cuando Colau llegó a la alcaldía de Barcelona, hace algo más de tres años, decidió que un fenómeno como el top manta podía solucionarse con poco más que buenas intenciones. Poco importaba que la mayoría de grandes ciudades europeas se haya topado de bruces con esta realidad. Barcelona podía marcar tendencia. La realidad, sin embargo, es tozuda y ni la cooperativa de manteros que ideó sirvió como parche. Lo cierto es que el número de manteros se quintuplicó en Barcelona desde la llegada de Colau.

Colau intentó, en un principio, contentar a los manteros y las entidades sociales. Pero tuvo que recular para no enemistarse con la Guardia Urbana. Así que, al final, optó por moverse entre las dos aguas sin resultados satisfactorios para la ciudad. Así que cambió su política de gestos y puso los ojos en el drama de los refugiados. Con la llegada del verano, sin embargo, el conflicto entre manteros, sector turístico, comerciantes y ciudadanos se acentúa.