Ayuntamiento
Los Comunes piden sitio a Collboni para gobernar Barcelona tras el 23-J
El partido de Colau reclama seguir con las políticas de estos últimos ocho años, 48 horas después de «pasar a la oposición»
Apenas 48 horas después de la histórica e insólita investidura de Jaume Collboni como alcalde de Barcelona –el socialista entró el sábado en el salón de plenos con dos discursos en el bolsillo, uno como primer edil y otro como jefe de la oposición–, los Comunes ya preparan el terreno para entrar en el Ayuntamiento de Barcelona. El partido de Ada Colau no solo no rechaza pactar con el PSC, sino que ya habla de «reconstruir confianzas» con la «izquierda progresista» y abre la puerta a regresar a la sala de mando del Consistorio después del 23-J.
«Es una decisión (la de dar los votos a Collboni) que abre un escenario de posibilidades. No lanzamos la toalla a que cuando pase esta bruma, seguramente cuando pasen las elecciones generales, podamos recuperar espacios de confianza entre las fuerzas de izquierdas y, en definitiva, que podamos continuar haciendo las políticas que hemos hecho los últimos ocho años». Son palabras de Jordi Martí, el número dos de los Comunes y escudero político de la propia Colau desde su llegada al Consistorio. En 2015 le fichó como gerente municipal y ahora, ocho años después, es la voz más autorizada del partido en Barcelona.
De hecho, fue el encargado de negar por activa y por pasiva la posibilidad de investir al socialista si el PP participaba en la ecuación a lo largo de la semana pasada. Y ayer fue la voz que se desdijo y explicó sus palabras después de que los populares impidiesen con sus cuatro votos –sumados a los 9 de los Comunes– que Xavier Trias (Junts) fuese alcalde.
«El sábado llegamos a la conclusión de que teníamos que cambiar. Que entre la posibilidad de facilitar la alcaldía a Xavier Trias o a Collboni era preferible el regalo envenado, como dijo Ada Colau, de entregar los votos a Collboni, porque así sigue viva la posibilidad de un gobierno de izquierdas», abundó Martí sobre su cambio.
Es decir, los Comunes ya piden sitio a Collboni para gobernar Barcelona tras el 23-J, aunque hablan de un Ejecutivo de «24 concejales» con Esquerra que ahora se antoja prácticamente imposible por el recelo de los republicanos a pactar con los socialistas a nivel local. Otra cosa sería replicar al revés el gobierno anterior, con PSC y Comunes en el Consistorio y el apoyo externo de ERC. «¿Hay posibilidades? Creo que todas», dijo Martí.
Sea como fuere y al margen de Esquerra, la plataforma municipalista de Colau ya levanta la mano y trata de traspasar toda la responsabilidad al PSC. «La clave es qué Collboni encontraremos: el de la campaña electoral, que parecía de centroderecha, o el primer teniente de alcalde disciplinado que aprobaba todos los proyectos de transformación de los Comunes», dijo Martí. El dirigente se refiere a seguir con obras tan controvertidas como las famosas «supermanzanas» de Colau también en este mandato pese a quedar por detrás del PSC y a perder 25.000 votos.
Todo después de que el sábado a las 16:00 horas –60 minutos antes de la investidura– los Comunes hicieran público un comunicado en el que anunciaban su voto a Collboni y su «paso a la oposición. con un matiz al que ya apelan para después del 23-J: «Barcelona en Comú sólo formará parte de un gobierno en la ciudad si puede sumar con las otras dos fuerzas progresistas». Es más, el PP cedió tras conseguir sus dos objetivos: «no» a un alcalde independentista y «no» a Colau, algo que los Comunes ya hablan de «reconducir» tras las elecciones generales del próximo 23 de julio.
Preguntado específicamente sobre esta posibilidad, el nuevo alcalde socialista no cerró la puerta a ello en una entrevista a TV3: «Nosotros haremos los acuerdos que sean necesarios dentro y fuera del Ayuntamiento. Mi obligación como alcalde será buscar los consensos y acuerdos necesarios para sacar adelante la ciudad».
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