¿Cuáles son las mejores lecturas para los adolescentes que no quieren leer?

Se dice que la adolescencia es una de las edades más difíciles para la lectura o, mejor dicho, la más difícil de todas. ¿Qué se puede hacer para incentivarlos y, aunque sea por un rato, se desprendan de las dichosas pantallas? Pues para contestar a esa pregunta nada mejor que acudir a un experto, a alguien que cada día trabaja en las aulas con esos lectores del mañana. Ese es Gabriel Lara, profesor de instituto y autor de “Literatura a Flor de Piel” en Libros Cúpula.

Lara nos aporta dos nombres aparentemente opuestos. “Que se vea identificado el alumno con alguien como Holden Caulfied, funciona”, afirma en referencia al protagonista de “El guardián entre el centeno”, esa mítica novela de formación de J.D. Salinger. A este respecto, Lara nos recuerda que “un chico maleducado, porretas, siempre funciona porque es un outsider con muchos principios. La tradición, la familia, eso son conceptos sagrados y los peores alumnos son en realidad los que más valores tienen y más principios. No sacan buenas notas, pero ayudan en el colegio. Son los primeros. Te quieren demostrar que valen”.

Cuando se le pregunta a este profesor y divulgador qué autor es el que más atrapa a los adolescentes la respuesta es que “Lorca funciona mucho. Les puse la película “La novia”, basada en “Bodas de sangre” y les encantó. Los poemas de Lorca les entran, funcionan muy bien para los jóvenes porque se ven muy reflejados. Lorca es muy directo. Tiene una fuerza directa. De “Poeta en Nueva York” no entienden nada, pero las imágenes que hay en el libro las entienden muy bien. Una vez se sienten atraídos por “La casa de Bernarda Alba”, otra por “Bodas de Sangre” o los “Sonetos del amor oscuro”. Con Lorca es muy fácil".

Igualmente las adaptaciones que se están realizando al cómic en los últimos años de algunas novelas, también sirven para crear nuevos lectores. En este sentido, Gabriel Lara nombra la traducción en viñetas del clásico de Ray Bradbury “Farenheit 451” y que ha hecho que algunos de sus alumnos después hayan querido leer “Crónicas marcianas” del mismo autor estadounidense.