
Arte
Cuando Dalí no era Dalí cuesta 150.000 euros
Un bodegón realizado por el pintor hacia 1921 busca nuevo propietario

Hubo un tiempo en el que Salvador Dalí aún no era el personaje en el que se convirtió con esa fiera mirada copiada de Picasso y esos bigotes inspirados en los retratos de Felipe IV por Velázquez. Mucho antes de que se convirtiera en el nombre más famoso que ha dado el movimiento surrealista, Dalí era un jovencito que empezaba a dar que hablar por su talento. Se estaba convirtiendo en un pintor local que comenzaba a llamar la atención por su destreza con el pincel y sus paisajes, algunos retratos y bodegones. Uno de ellos puede convertirse en todo un récord en los próximos días.
Un óleo sobre tela, probablemente de 1921, en el que aparecen una botella y una taza apoyada en un platito sobre una tela algo tosca en su ejecución, es la estrella de una subasta que tiene lugar en Subarna, con un respetable precio de salida de 150.000 euros, aunque se espera que pueda llegar a los 250.000 euros. Solamente tiene como firma una sencilla “D.”.
No es muy frecuente encontrar composiciones de este tipo en el mercado, especialmente porque una gran parte de estas composiciones se encuentran en los fondos de la Fundació Gala-Salvador Dalí. Cabe decir que algunos de estos trabajos, propios de un pintor que está buscando su voz plástica, quedaron en la casa de la familia después de que Salvador fuera expulsado al decidir abrazarse al movimiento surrealista y a Gala. Salvador nunca recuperó estas obras y muchas de ellas fueron vendidas por su padre y su hermana sin su consentimiento.
El cuadro que nos ocupa nos lleva a un tiempo en el que el mejor de los discípulos del maestro Juan Núñez trabaja sin parar, con un estilo cercano a las pinturas de corte impresionista que había contemplado colgadas en el Molí de la Torre, de la mano de su querido Pepito Pichot. En muchos de los cuadernos que escribe en ese tiempo, alguno de ellos por desgracia aún inédito, Dalí comenta sus sensaciones al acercarse al mundo de la pintura desde una perspectiva profesional, no como un simple aficionado. En los dietarios de ese tiempo señala que su ambiciosa idea es primero ir a Madrid y luego a Roma para acabar de formarse, pasos previos antes de conquistar el mundo. A la larga no fue a la capital italiana sino a París y, sí, conquistó el mundo.
El bodegón fue propiedad de uno de los más importantes coleccionistas catalanes del pasado siglo. Eusebi Isern i Dalmau fue un abogado, escritor y activista político que hizo del arte catalán una de sus principales pasiones, además de ser primer editor de Josep Pla. En 1948 publicó un catálogo con buena parte de su fondo de la mano del crítico de arte Sebastià Gasch en el que aparece el cuadro a subasta. Además de Dalí, Eusebi Isern también coleccionó a Modest Urgell, Isidre Nonell, Joaquim Mir, Ricard Canals, Hermenegild Anglada Camarasa, Xavier Nogués, Pau Gargallo, Olga Sacharoff Emili Grau Sala, Josep Clarà, Enric Casanovas, Manolo Hugué o Joan Rebull, entre muchísimos más.
Si este bodegón de Dalí antes de ser Dalí alcanza los deseados 250.000 euros estaríamos ante un récord en esta etapa de formación. Valga como ejemplo que el pasado mes de diciembre, en la casa de subastas Segre se vendió un biombo de grandes dimensiones pintado en 1923 y que acabó quedándose el Estado por 50.000 euros para destinarlo a las colecciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
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