
Investigación médica
Definen con más precisión una variable para predecir el daño cerebral tras una parada cardiorrespiratoria
Investigadores del Hospital de Bellvitge han establecido un punto de corte más preciso para determinar qué niveles de la proteína enolasa son predictores de un mal pronóstico neurológico en estos pacientes, lo que ayuda en lo relativo a la toma de decisiones médicas

Cuando una persona sufre una parada cardiorrespiratoria, que es una de las causas más graves de ingreso en las unidades de cuidados intensivos (UCI) , puede ver afectada también su salud cerebral por una falta súbita de oxígeno. Así pues, es posible que acabe experimentando secuelas neurológicas graves, como estado vegetativo, discapacidades cognitivas o incluso la muerte.
De hecho, la evidencia indica que que menos de la mitad de las personas que llegan con vida al hospital tras haber sufrido una parada cardiorrespiratoria logran sobrevivir y solo un tercio lo hace con un buen pronóstico neurológico. En este contexto, es clave predecir las posibilidades de daño cerebral que la parada cardiorrespiratoria puede haber provocado para tomar decisiones médicas más personalizadas durante las primer horas críticas de ingreso y aportar información precisa a la familia del paciente para que determine cómo quieren proceder.
A día de hoy, en la práctica clínica se recurre a tres variables para establecer ese pronóstico de daño cerebral precoz: por un lado, se valoran datos clínicos como la respuesta pupilar o la respuesta al dolor, por el otro se lleva a cabo pruebas neurofisiológicas para ver si existe señal eléctrica y además, desde 2013, se mide a las 24, 48 y 72 horas después de la emergencia la enolasa, una sustancia que, tal y como explica la doctora María José Castro, especialista en Bioquímica Clínica del Laboratorio Clínico Territorial Metropolitana Sur del Hospital de Bellvitge, se encuentra dentro de las neuronas y cuando éstas resultan dañadas por la falta de oxígeno provocada por la parada cardiorrespiratoria, la liberan a la sangre.
Así pues, un nivel alto de esta proteína en sangre, acompañado por unos malos resultados en las pruebas fisiológicas y datos clínicos alarmantes "permiten saber de forma precoz el daño cerebral que sufre el paciente, que muchas veces ingresa en coma o está en coma inducido y, por lo tanto, no es posible saber si su cerebro ha sufrido daños irreversibles".
Hasta ahora, para establecer un punto de corte a partir del cual determinar qué niveles de enolasa se consideran altos, los profesionales se valían de una cifra publicada en un artículo científico, pero recientemente, investigadores del Laboratorio Clínico Territorial Metropolitana Sur del Hospital de Bellvitge han llevado a cabo un análisis retrospectivo de los 600 pacientes a los que entre 2013 y 2023 se les midió la enolasa para pronosticar su daño cerebral con el fin de "poner un punto de corte de buen o mal pronóstico propio, más afinado a nuestra población y a nuestro método para medir la enolasa", explica Castro, investigadora principal del estudio.
En definitiva, "gracias a este trabajo se ha podido establecer un punto de corte más preciso en relación a los niveles de esta proteína, lo que, junto a las variables de los datos clínicos y las pruebas neurofisiológicas, puede ser claves para para orientar el tratamiento médico e informar a la familia para la toma de decisiones". "Si hay daño cerebral importante y el pronóstico es que el paciente se quedará en estado vegetativo, igual es conveniente dejar de hacer ciertas actuaciones terapéuticas a decisión de la familia y si el pronóstico es bueno, quizá hay que insistir en el tratamiento", comenta la doctora.
Además, en el contexto de este trabajo, en el que se han medido los niveles de enolasa a las 24, 48 y 72 horas tras la parada cardiorrespiratoria, también se ha podido observar que "el nivel de esta proteína a las 24 horas de la emergencia es poco preciso y, por lo tanto, aún es pronto para valorar ese parámetro como variable de pronóstico".
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