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La ecografía de tórax es una herramienta útil para determinar el pronóstico de los pacientes con neumonía por COVID-19
Un estudio del Hospital del Mar y MSF valida esta prueba de imagen para identificar a aquellas personas con afectaciones pulmonares con un mayor riesgo de complicaciones, de manera que, por su fácil uso, es especialmente útil en países con pocos recursos
Cuando se sospecha que un paciente sufre alguna afectación pulmonar, es importante confirmar el diagnóstico pero también hacer una valoración de la gravedad de la misma, lo cual fue especialmente evidente durante la pandemia. Para ello, los profesionales se valen de una exploración clínica y, en caso de ser necesario, de una radiografía, una prueba de imagen que, en según que circunstancias, no siempre es viable.
Así por ejemplo, hay centros o regiones del mundo en las que poder acceder a esta herramienta para valorar el estado del paciente es prácticamente imposible, por ello, desde Médicos Sin Fronteras vieron la necesidad de desarrollar una técnica alternativa para poder diagnosticar y estimar la gravedad de cada paciente de forma fiable en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento.
Un baremo útil y adecuado
Con este objetivo, en 2020, durante la segunda ola de la Covid-19, MSF contactó con los profesionales del Hospital del Mar para llevar a cabo un estudio que permitiera validar una escala de gravedad o score, que ellos mismos propusieron, en pacientes con neumonía mediante el uso de un ecógrafo portátil.
A partir de ahí, el hospital catalán entrenó a sus residentes para que llevaran a cabo una ecografía pulmonar a aquellos pacientes con Covid ingresados en el centro entre agosto de 2020 y abril de 2021 que dieran su consentimiento, los cuales finalmente fueron un total de 248 -de los cuales 13 murieron y 36 necesitaron ingreso en la UCI-, para evaluar si esta técnica era útil para predecir su evolución. Se llevaron a cabo 600 ecografías para medir la condensación y el líquido presentes en 12 puntos diferentes de los pulmones de estos pacientes para, en función de las imágenes obtenidas, establecer una puntuación.
El estudio permitió validar que aquellos pacientes con una puntuación igual o superior a 17, sobre un máximo de 36 puntos, en la ecografía de tórax tenían cuatro veces más posibilidades de evolucionar de forma negativa. "Cuanto más alta es la puntuación, el paciente tiene un pronóstico más grave", señala el doctor Robert Güerri, jefe de la sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar, investigador de su instituto de investigación y uno de los firmantes del trabajo, lo cual podría suponer su derivación a la UCI o la necesidad de ventilación invasiva; incluso, en algunos casos podría producirse la muerte.
Por lo tanto, los resultados del estudio indican que en pacientes con una puntuación alta sería necesaria una intervención precoz, que hasta podría contemplar terapia con oxígeno, mientras que en aquellos que en la ecografía de tórax obtuvieran una puntuación inferior a 7, al tratarse de una enfermedad no severa, se podría llevar a cabo un abordaje con el tratamiento estándar.
La ecografía de tórax gana adeptos
Para el doctor Güerri. los resultados de este estudio, cuyas conclusiones se han publicado en Journal of Clinical Medicine, confirman el potencial de la ecografía de tórax para el manejo de pacientes con afectaciones pulmonares por parte de los profesionales de Médicos Sin Fronteras, que frecuentemente han de atender a personas en países donde no disponen del equipamiento necesario para poder llevar a cabo un diagnóstico preciso y una valoración adecuada de la patología que sufren.
"Es muy importante poder valorar cómo está el pulmón del paciente para poder identificar a aquellas personas que están más graves y actuar en consecuencia. Una radiografía nos permite tener esa imagen del pulmón, pero no siempre es posible recurrir a esta prueba de imagen. En aquellas situaciones en que no lo es, el profesional se tenía que valer de la clínica y el aspecto del paciente para poder establecer el pronóstico, sin embargo, un ecógrafo, que se ha demostrado una herramienta útil para hacer una valoración, puede incluso conectarse al móvil, de manera que podría usarse casi en cualquier lugar, sin un aparataje logístico", señala el doctor.
Además, el jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar indica que la ecografía de tórax no solo puede ser útil para la valoración de afectaciones pulmonares en contextos y casos extremos, sino que ésta es también "una herramienta más de decisión que complementa la información aportada por la exploración física en el entorno hospitalario, la cual, a diferencia de la radiografía, "es dinámica, puesto que es a tiempo real, así como actualizada, ya que se puede repetir tantas veces como se quiere, y se puede usar a pie de cama, sin necesidad de desplazar al paciente".
Es más, tal y como recuerda el doctor Güerri, si bien es cierto que este estudio ha confirmado ahora la utilidad diagnóstica y pronóstica de la ecografía pulmonar en el seguimiento de pacientes con COVID-19, "tras la pandemia, su uso clínico ya se extendió entre los profesionales sanitarios", que vieron en ésta una herramienta con la que "evaluar rápidamente a los pacientes, mejorando así la eficiencia y la precisión del tratamiento en un entorno clínico exigente y dinámico".
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