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Salud emocional y oncología

Los efectos secundarios en pacientes de cáncer de mama se reducen cuando están acompañadas por otras ya recuperadas

Un estudio del Instituto de Oncología de Barcelona pone de manifiesto que si las mujeres que reciben el diagnóstico o inician el tratamiento cuentan con el apoyo de otras que han pasado por una situación similar, experimentan una mejora en su calidad de vida

Las pacientes y sus entrenadoras se emparejan en función de su perfil y afinidades IOB

Cuando una mujer recibe un diagnóstico de cáncer de mama lo más habitual es que le asalten los miedos y la incertidumbre ante lo que ha de afrontar, razón por la cual una porcentaje significativo de estas pacientes desarrolla síntomas de depresión y ansiedad, los cuales no solo inciden en su bienestar emocional, sino que incluso pueden afectar a su percepción de los síntomas físicos y la tolerancia al tratamiento.

El problema es que, pese a que en los últimos años, en el marco de los centros sanitarios, ha ido ganando peso el concepto de humanización de la sanidad y se ha extendido entre los profesionales el compromiso de ofrecer a los pacientes una atención que va más allá de lo que se refiere estrictamente al tratamiento médico para abarcar también el plano emocional, estos especialistas no tiene la capacidad de entender con exactitud las emociones y procesos a los que han de hacer frente las mujeres que son diagnosticadas de un cáncer de mama o están a las puertas de recibir tratamiento. Básicamente porque, en su mayoría, no no han tenido que afrontar esa situación.

En este contexto, en la Unidad de Enfermería del Instituto de Oncología de Barcelona (IOB) habían recogido numerosas peticiones de pacientes en las que éstas expresaban su necesidad de compartir experiencias con otras mujeres que habían tenido que pasar por lo mismo y ese fue el germen de TWIN, un proyecto impulsado por el IOB con el fin de evaluar la eficacia de un programa de acompañamiento en el que mujeres que han pasado por el diagnóstico y tratamiento de un cáncer de mama ejercen de coach o entrenadoras de pacientes que acaban de iniciar el proceso de afrontamiento de la enfermedad.

Por parejas afines

Estas coach, seleccionadas rigurosamente por el Departamento de Psicología, fueron asignadas a las pacientes para el acompañamiento emocional en función de su perfil, atendiendo así a variables como la maternidad, la edad, la situación familiar o las afinidades. De esta manera se procuró garantizar una buena conexión emocional entre las parejas y ese acompañamiento se llevó a cabo vía telefónica, telemática o presencial para asegurar así la continuidad y constancia del mismo.

Además, en el marco de este programa piloto, las entrenadoras también pudieron contar, a su vez, con el apoyo integral del equipos de enfermería de la unidad para hacer frente a aquellas situaciones que, por su complejidad o implicación emocional, requerían de una atención especializada y una gestión cuidadosa de esas emociones involucradas.

Para valorar la efectividad de este programa, se puso en marcha un estudio en el que participaron 55 pacientes, 38 de las cuales entraron a forman parte del programa piloto y, por lo tanto, disfrutaron de ese acompañamiento, mientras que las 17 restantes formaron parte de un grupo de control y, en consecuencia, no recibieron el apoyo de las coach.

Resultados esclarecedores

Y los resultados pusieron de manifiesto que, al analizar la calidad de vida de las pacientes en función de sus síntomas, aquellas acompañadas presentaron mejor calidad respecto a la mucositis, que es la inflamación de la mucosa de la boca y la garganta, y el dolor que las que no pudieron disfrutar de ese acompañamiento. Además, entre las integrantes del grupo experimental, un 79% dijo estar muy de acuerdo o totalmente de acuerdo en que TWIN le ha ayudado a disminuir la ansiedad durante el tratamiento y el 71% lo recomendaría a otras pacientes

En definitiva, los resultados de este estudio ponen de evidencia que, tal y como señaló el doctor Jesús Soberino, oncólogo médico de la Unidad de Cáncer de Mama de IOB, durante la presentación del mismo, “los beneficios del programa de acompañamiento emocional son notables tanto a nivel emocional como en la reducción de los síntomas”. “Estos beneficios se han observado en mi consulta”, asegura Soberino.

En este sentido, Elena S., una paciente que se encuentra en tratamiento con quimioterapia por un cáncer de mama, da buena fe de esos efectos beneficiosos del programa. “Hablar con alguien que ha pasado por lo mismo que tú te permite otra perspectiva muy diferente y un acompañamiento distinto al que puede hacer tu médico o tu familia y amigos. Hablar con mi coach me ha reconfortado muchísimo”.

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