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Este es el pueblo de Cataluña que es "una obra de arte" según National Geographic
Un municipio de la Costa Dorada ha llamado la atención de la revista internacional
Como ya es de costumbre, revistas internacionales incluyen lugares de Cataluña en sus listas y publicaciones sobre los mejores sitios del mundo. En esta ocasión, la famosa revista National Geographic se ha fijado en Roc de Sant Gaietà, el municipio de Roda de Berà, en la Costa Dorada catalana.
Este pequeño pueblo, que National Geographic no ha dudado en calificar como "una obra de arte", destaca por su singular mezcla arquitectónica, su encanto costero y su atmósfera serena que enamora a visitantes de todo el mundo.
Construido en los años 60, Roc de Sant Gaietà fue concebido como un espacio residencial y turístico que combinara tradición y modernidad. Este conjunto arquitectónico es un homenaje a la riqueza cultural de España, con calles y edificios que evocan estilos que van desde el románico y el gótico hasta el barroco y el renacimiento.
Entre sus elementos más emblemáticos destacan las casas encaladas, los patios adornados con mosaicos y las balconadas floridas que se abren hacia el Mediterráneo. Cada detalle, desde las puertas de madera tallada hasta las lámparas de hierro forjado, refleja un cuidado exquisito por la estética y la tradición.
La ubicación de Roc de Sant Gaietà es otro de sus grandes atractivos. Situado junto al mar, el pueblo ofrece vistas panorámicas del Mediterráneo que lo convierten en un lugar idílico para quienes buscan relajarse en un entorno natural.
La playa de arena dorada que bordea el pueblo es perfecta tanto para tomar el sol como para practicar deportes acuáticos. Además, la cercanía con otros puntos de interés en la Costa Dorada, como Tarragona o el parque natural del Delta del Ebro, hace de Roc de Sant Gaietà una base perfecta para explorar la región.
Más allá de su belleza arquitectónica y paisajística, el pueblo también destaca por su oferta cultural. Durante todo el año, Roc de Sant Gaietà acoge eventos como exposiciones de arte, mercados artesanales y festivales de música que celebran la rica tradición catalana.
El pueblo también es conocido por su deliciosa gastronomía. En sus acogedores restaurantes se pueden degustar platos típicos de la región, como los arroces, el suquet de peix y los famosos calçots, todo ello acompañado por vinos locales de gran calidad.